Fue a raíz de la falta de insumos y la retracción de la demanda, informó la Cámara Argentina del Acero
La producción de acero registró en diciembre una fuerte caída interanual del 24,2%, al sumar 333.100 toneladas, a raíz de la falta de insumos y la retracción de la demanda.
Así lo indicó la Cámara Argentina del Acero (CAA) que detalló que si la comparación se realiza contra noviembre, también se observó una baja, en este caso del 19,4%.
Por su parte, la producción de laminados tuvo una caída del 25,8% respecto de noviembre y del 30,5% interanual.
«La dificultad para el acceso a insumos y materias primas críticas importadas que se viene repitiendo desde hace más de seis meses, terminó por impactar en la actividad productiva del
sector», sostuvo la entidad empresaria para explicar los motivos de la retracción.
En cuanto a la actividad sectorial, la CAA puntualizó que el sector de la construcción mostró una fuerte caída durante diciembre: los despachos de cemento mostraron una descenso del 20,4% respecto de noviembre y una caída del 12,9% interanual.
En tanto, el sector automotor registró una baja estacional del 34,6% respecto de noviembre y un descenso del 0,4% con relación a igual mes del año pasado.
En maquinaria e implementos agrícolas bajaron los despachos por estacionalidad y sequía, aunque se espera reactivación con el inicio de la cosecha gruesa.
El sector de la energía también cayó en el último mes de 2023 y en el mercado de consumo masivo bajaron los despachos a los fabricantes de electrodomésticos, aunque el sector de envases mantuvo el nivel de actividad.
Por otra parte, la entidad celebró la reciente eliminación del impuesto PAIS a las importaciones temporarias de materia primas e insumos, «medida que contribuye con la competitividad del sector industrial».
No obstante, consideró que para acceder al mercado externo «se necesitan reglas de juego claras y valores adecuados que permitan competir, y no exportar impuestos».
Por eso, reclamó la eliminación de las retenciones a las exportaciones de bienes industriales, ya que «impactan en forma negativa sobre la generación de divisas, el desarrollo de las cadenas productivas de valor, el crecimiento de la inversión privada, la generación de empleo y la recaudación fiscal futura».