Así lo indicó la Cámara Argentina del Acero en su informe y destacó que la demanda se mantiene en niveles similares a la de los últimos meses
La producción de acero crudo bajó 1,5% en agosto, con relación al mes anterior; pero la producción de laminados subió 0,6%, mientras la demanda se mantiene en niveles similares a la de los últimos meses, según la Cámara Argentina del Acero.
En agosto, la producción de acero crudo fue de 423.400 toneladas, 1,5% inferior respecto de julio pasado (430.100 toneladas); y la producción de laminados fue de 410.300 toneladas, 0,6% superior a julio (407.600 toneladas), precisó la entidad.
Con relación a igual mes de 2020, la producción de acero crudo fue 25,9% mayor; la de hierro primario, 29,3% mayor; la de laminados terminados en caliente, 31.2% mayor; y la de planos laminados en frío, 0,4% inferior.
En particular, los despachos al sector de maquinaria agrícola e implementos mantienen buenos niveles de demanda, al igual que el sector de la construcción, donde el consumo de cemento aumentó 4,1% respecto a julio, destacó la entidad.
El sector automotriz sostiene un buen nivel de actividad, con un crecimiento de 20,1% en la producción de vehículos de agosto respecto a julio; sin embargo, la escasez mundial de semiconductores y otros faltantes importados afectan con algunas paradas.
En tanto, los despachos al mercado de la energía siguen recuperándose, aunque todavía sin llegar a niveles previos al inicio de la pandemia; y la exportación de tubos de acero, fuertemente ligada a ese segmento, comenzó una leve recuperación respecto a los niveles de inicio de año.
Los fabricantes de electrodomésticos mantienen su demanda en niveles estables y, en parte, dependiendo de medidas que fomenten el consumo.
Las plantas productoras de acero mantienen las medidas de operación segura con los correspondientes protocolos implementando los aislamientos de contagiados y preventivamente de grupos de trabajo por contacto estrecho, dada la amenaza latente de circulación de nuevas variantes del virus.
La bajante del nivel del Río Paraná provoca dificultades en el movimiento de materias primas y productos exportados; así como la bajante del Río Paraguay, por donde viene gran parte del mineral de hierro de Brasil, lo que impacta en los costos logísticos de la industria.