El canciller Jorge Faurie acordó en Londres con su par británico, Jeremy Hunt, detalles del viaje de la primera ministra Theresa May a fin de año a Buenos Aires, que incluirá una reunión con el presidente Mauricio Macri y que tendría carácter de «visita de Estado».
Así lo informaron a NA fuentes oficiales, las que precisaron que la idea es ampliar la agenda de May por fuera de las actividades de la Cumbre de Líderes del G20 y dirigirla hacia la cuestión bilateral, en una confirmación del buen momento en el vínculo entre ambos países luego de años de tensión.
El de May será el segundo desembarco de un mandatario del Reino Unido en la Argentina tras la Guerra de Malvinas: el único antecedente es de 2001, cuando el laborista Tony Blair estuvo junto al entonces presidente Fernando de la Rúa en Puerto Iguazú, Misiones.
La Cumbre del G20 se llevará a cabo el 30 de noviembre y 1 de diciembre en el predio «Costa Salguero», a pocos metros del Aeroparque Jorge Newbery, aunque el desembarco de May en el país será acotado: no se descarta, incluso, que el encuentro con Macri se produzca en el marco de un «desayuno de trabajo» el sábado por la mañana.
Según indicaron las fuentes consultadas, allí ambos repasarán el estado del vínculo en diversas áreas y el nivel de cumplimiento del comunicado conjunto que rubricaron los dos gobiernos en 2016, por el cual se comprometieron «a poner énfasis en la agenda positiva», a modo de avanzar con temas comerciales, institucionales y hasta culturales, por fuera de las diferencias respecto a la soberanía de las Islas Malvinas.
Podrían, incluso, avalar un entendimiento respecto de asuntos pendientes de esa agenda, como lo es la cuestión de los vuelos entre las Islas Malvinas y el área continental argentina, tema sobre el que también avanzaron Faurie y Hunt este miércoles en Londres.
En el inicio de su visita al Reino Unido, el ministro de Relaciones Exteriores y Culto analizó con el secretario de Estado para Asuntos Extranjeros y del Commonwealth «los temas más relevantes de la amplia agenda bilateral» y ambos resaltaron «la importancia de que ambos países sigan afianzando esta nueva etapa, con avances concretos, de construcción de confianza mutua».
Los vuelos a las Islas Malvinas, uno de los temas abordados.
Uno de los puntos tratados fue la conectividad del archipiélago del Atlántico Sur, ocupado por el Reino Unido desde 1833, con el continente: actualmente, Latam es la única compañía que une al archipiélago con la Argentina continental por medio de un vuelo que sale de la ciudad chilena de Punta Arenas y que una vez por mes hace escala en Río Gallegos, antes de aterrizar en la Base Aérea de Monte Agradable, ubicada 40 kilómetros al sudoeste de Puerto Argentino.
«Manteniendo presente las históricas diferencias sobre la Cuestión de las Islas Malvinas, el Gobierno argentino continúa entablando un diálogo sustantivo y constructivo con el Reino Unido y, en ese contexto, ambos cancilleres coincidieron en seguir trabajando para lograr un entendimiento respecto de vuelos que permitirán una mayor conexión entre el territorio continental y las Islas», informó el Palacio San Martín.
Hasta el momento, varias compañías aéreas de Brasil, Chile y Uruguay se mostraron interesadas en ofrecer vuelos a las Islas Malvinas, con escala en la Argentina, como resultado de negociaciones diplomáticas entre el gobierno de Mauricio Macri y el del Reino Unido.
La negociaciones apuntan a establecer un vuelo semanal proveniente de alguno de esos países que, dos veces por mes, deberá realizar una escala en territorio continental argentino en un aeropuerto de relevancia.
En la sede del Foreign & Commonwealth Office, los jefes de las diplomacias argentina y británica también «destacaron el trabajo conjunto y los acuerdos alcanzados también entre institutos de investigación y academias, así como del sector privado de ambos países, en variados temas tales como salud pública, innovación industrial y cooperación científico tecnológica», así como también «subrayaron el desarrollo de la cooperación e investigación conjunta en la Antártida», informó la Cancillería.
En lo que respecta a temas económicos, apuntaron al «enorme potencial para ampliar oportunidades en beneficio recíproco y acordaron fortalecer el trabajo bilateral para lograr mayor cooperación entre gobiernos y sector privado, promoviendo exportaciones y crecimiento de las inversiones en sectores estratégicos como infraestructura, energía, minería, telecomunicaciones y agronegocios».
En su agenda de actividades, el jefe de la diplomacia tiene previsto participar este jueves de un foro de debate sobre «Cambio económico, político y social en América Latina» en Chatham House, sede del Instituto Real de Asuntos Internacionales: allí «se evaluarán las perspectivas políticas y socioeconómicas de la región en un contexto de cambios y reformas estructurales, y los desafíos comunes que enfrentan los líderes del continente», informó la Cancillería.
El ministro de Relaciones Exteriores compartirá la conferencia con el presidente ejecutivo del Banco de Desarrollo de América Latina (CAF), el peruano Luis Carranza Ugarte; y el ministro de Estado para Europa y las Américas del Foreign Office, Alan Duncan, con quien luego mantendrá una reunión de trabajo.