Tsai Ing Wen señaló que hay que modificar las leyes de seguridad para contrarrestar la amenaza de China
Tsai Ing Wen señaló que hay que modificar las leyes de seguridad para contrarrestar la amenaza de China
La presidenta de Taiwán, Tsai Ing Wen, sostuvo este miércoles que hay que modificar de manera urgente las leyes de seguridad nacional y de relaciones con China para completar una «red de seguridad democrática» ante la próxima celebración de las elecciones presidenciales del 11 de enero.
Mencionando los ejemplos de acciones similares adoptadas en Reino Unido y en Australia para combatir la influencia de China o contrarrestar la amenaza de países hostiles, Tsai remarcó que Taiwán «sin duda» tiene que adoptar medidas parecidas.
«En comparación con esos países, Taiwán afronta directamente varias amenazas de China», consideró Tsai, de 63 años y candidata a la reelección con el Partido Progresista Democrático.
«Estoy segura de que, durante el proceso legislativo, habrá espacio para la discusión racional», apuntó durante la segunda presentación televisada de su programa electoral que recoge la agencia de noticias Europa Press.
El partido de Tsai, que cuenta con la mayoría de los diputados en el parlamento, prometió aprobar una ley antiinjerencias antes del 31 de diciembre, lo que provocó críticas de partidos opositores, incluidos el Partido Nacionalista y el Partido Pueblo Primero.
En el acto televisado, el candidato de la formación conservadora Partido Pueblo Primero, James Soong, advirtió que esa nueva norma pondría en riesgo de ser castigados a los dos millones de empresarios y ciudadanos taiwaneses que trabajan en China y a los que apuestan por los intercambios religiosos y culturales.
El candidato presidencial del Partido Nacionalista, el alcalde de la ciudad de Kaohsiung, Han Kuo-yu, señaló que Taiwán no debería renunciar a sus oportunidades de negocio en China, un país al que destina 40% de sus exportaciones.
Desde que Tsai asumió el cargo en mayo de 2016, el Ejecutivo chino ha aumentado la presión sobre Taiwán, que tiene su propio gobierno desde 1949, aunque Beijing sigue considerando que forma parte de su territorio.