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Describió un estudio

La predisposición a enfermedades cardiovasculares puede tener su origen en la gestación


Según un estudio de investigadores de la Universidad Autónoma de Madrid (UAM), la predisposición de las personas a enfermedades cardiovasculares puede tener su origen en la vida fetal, por alteraciones en el desarrollo de los órganos y la expresión de los genes. La publicación del trabajo, realizada en The Journal of Physiology, muestra que el sexo femenino tiene un cierto grado de protección frente a estas alteraciones.

Los científicos de la UAM, junto con investigadores de la Queen Mary University of London (Reino Unido) lograron comprobar, en ratones, que la nutrición insuficiente durante la gestación se traduce en alteraciones de las arterias que, en la vida adulta, terminan conduciendo a la enfermedad cardiovascular.

Además de una inadecuada nutrición, se sabe que la exposición durante el embarazo a agentes tóxicos medioambientales, al tabaco, alcohol o al estrés psicológico, también crean un ambiente intrauterino adverso y pueden contribuir al desarrollo de este tipo de patologías.

Los autores del estudio analizaron la arteria aorta de las ratas expuestas a desnutrición en la etapa fetal, centrándose en las alteraciones de su estructura y elasticidad. Además, analizaron las diferencias entre machos y hembras al nacimiento, al finalizar la lactancia y en la edad adulta.

“Nuestro modelo experimental mimetiza condiciones de desnutrición materna, restringiendo a las ratas la cantidad de alimento durante parte de la gestación. Los descendientes nacen con bajo peso y, según hemos demostrado en estudios anteriores, sólo los machos desarrollan hipertensión en la edad adulta, aunque en el envejecimiento ambos sexos presentan alteraciones cardíacas”, detallaron los autores.

“Esta diferencia de comportamiento entre sexos parece ser similar cuando el factor estresor en la gestación es otro distinto a la malnutrición, lo que sugiere mecanismos comunes”, agregaron.

El tamaño y la elasticidad de la aorta están estrechamente relacionados con el desarrollo de hipertensión y daño al corazón. Los investigadores observaron que las ratas sometidas a desnutrición nacen con una aorta más pequeña, la cual experimenta después, durante el periodo de lactancia, un excesivo crecimiento.