El director del Observatorio de la Deuda Social de la Universidad Católica Argentina, Agustín Salvia, advirtió que la pobreza «va a aumentar en forma importante» este año, a raíz de la inflación, la devaluación y la suba de tarifas.
«La tendencia a la mejora que se había observado en el segundo semestre de 2017 se vio paralizada con ya un rebote inflacionario en el tercer trimestre, tras la devaluación de diciembre, y un proceso de estancamiento en el sector informal de la economía», puntualizó el directivo.
En ese sentido, explicó que «ésto se vio agravado con una nueva devaluación del mes pasado, también con efecto en la inflación, y el aumento de tarifas. Todas las evidencias demuestran que va aumentar la pobreza en forma no explosiva pero sí importante. Las mejores obtenidas en 2017 con respecto a 2016 estarían teniendo algún nivel de marcha atrás».
A fines de marzo último, el presidente Mauricio Macri había anunciado que -según datos del INDEC- la pobreza bajó del 30,3% al 25,7% de la población.
En declaraciones radiales, Salvia consideró que un crecimietno del nivel de pobreza es consecuencia de que «no está habiendo crecimiento de empleo, fundamentalmente en hogares pobres. De hecho se están reduciendo las horas de trabajo de quienes hacen changas».
«Otro factor es que los salarios no están aumentando o lo hacen por debajo de la inflación. El costo que estamos sufriendo en materia inflacionaria, quienes más lo sufren son los sectores más vulnerables», añadió.
Según el directivo, «un dólar a 18, a 20 pesos, ya no existe, una tasa de crecimiento de 3 ó 4 por ciento tampoco, tampoco se está generando el proceso de ahorro fiscal. Y una inflación que podría haber sido de 15%, de 18%, tampoco la alcanzaremos. Esta claro que los supuestos que estaban en el Presupuesto (de este año) son una ficción».
Salvia resaltó, además, que desde el punto de vista político, «la oposición ha sido bastante civilizada en materia de mantener niveles de gobernabilidad y confianza que en otros contextos políticos, históricos, hubiese sido muy desgastante, de mucho deterioro para un Gobierno después de que sus promesas no se cumplieran sistemáticamente».
«El propio sindicalismo lo ha sido en mantener relativa paz social en un contexto que claramente no ha sido afortunado en materia de promesas, expectativas creadas y realizaciones alcanzadas. Creo que cuadra un momento de mayor realismo y mayor diálogo político para llevar adelante un proyecto de país que a esta altura ya no debate cómo salir de la pobreza, sino cómo no la agravamos», subrayó.