Info General
Informes CLG

La pirotecnia, un verdadero calvario para niños con autismo


CLG dialogó con una especialista, quien explicó cómo afectan los fuegos artificiales a niños con autismo y TDA-H

CLG dialogó con una especialista, quien explicó cómo afectan los fuegos artificiales a niños con autismo y TDA-H

Llegan las Fiestas, una época que tendría que ser de felicidad y diversión, pero que suele terminar siendo un calvario para muchos. La pirotecnia sigue siendo una constante de Navidad y Año Nuevo y representa una pesadilla para los chicos con autismo y trastorno por déficit de atención con o sin hiperactividad (TDA-H).

Al tener su capacidad auditiva incrementada perciben los estruendos como una verdadera catástrofe, tanto así que según relatos de papás lejos de disfrutar, hasta esperan a la mañana de Navidad para abrir los regalos. Incluso los profesionales relatan que los primeros días de enero deben ayudarlos a reponerse del impacto de los festejos.

Por eso, CLG dialogó con Jeremy Pautasso, licenciada en Piscopedagogía y referente de la ONG Somos TDA-H, un grupo de padres que buscan concientizar sobre estos trastornos. La especialista explicó cómo afectan los fuegos artificiales estos niños y dio recomendaciones para los padres.

«Las personas con autismo o TDA-H tienen un déficit en el procesamiento sensorial que tiene que ver con la hipersensibilidad auditiva. Entonces todos los sonidos fuertes alteran mucho a los niños y lo viven de una forma muy traumática», indicó.

 

Al momento de explicar los efectos que tiene la pirotecnia en chicos con autismo o TDA-H, expresó: «Muchos tienen conductas autolectivas y pueden recurrir a morderse las manos o golpearse la cabeza contra la pared, en algunos casos puede ser riesgoso».

«Se trata de un trastorno que le puede llegar a causar irritación y una conducta desbordada, que altera todo lo que podría ser el desarrollo de unas Fiestas normales y felices», advirtió. Y agregó: «Es importante ser empáticos como sociedad para no generar eso, lo que queremos es que la gente pase las Fiestas de una forma feliz».

La psicopedagoga aseguró que el principal problema «es la pirotecnia de estruendo», y que si se usasen fuegos artificiales lumínicos que no emitan fuertes ruidos «la alteración no sería tan intensa».

Pautasso dio recomendaciones para padres de niños con autismo y TDA-H para tratar de minimizar el efecto de la pirotecnia en sus hijos: «Generalmente la pirotecnia se empieza a tirar 10 minutos antes de las 12 de la noche. Por eso recomendamos que 20 minutos antes los padres busquen un lugar más tranquilo, más aislado del ruido, donde los puedan contener. También se pueden conseguir auriculares que los aíslen del sonido».

Por último, la especialista explicó que el pedido de no tirar pirotecnia no es exclusivo de Navidad y Año Nuevo: «Es importante mencionar que lo tenemos más presente en las Fiestas, pero también se extiende a otros eventos como partidos de fútbol».

Mirá la infografía: