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La paz no está con vosotros: un cura trompeó a un obispo en Mendoza


Se trata del cura Camilo Dib, quien atacó al obispo Eduardo Masía Taussig y “fue suspendido y prohibido de todo uso de su ministerio sacerdotal”

El sacerdote mendocino Camilo Dib agredió a golpes de puño al obispo de la Diócesis del sur de Mendoza, Eduardo María Taussig,  este lunes por la mañana cuando ambos mantenían una reunión en el Obispado en San Rafael. Tras el hecho, fue suspendido de su cargo.

“En un momento, perdió el control y, de improviso, atacó con violencia al Señor Obispo” y luego “siguió la rotura del asiento en que estaba sentado el Obispo”; según informó el Obispado de San Rafael en un comunicado de prensa.

Según el relato de los testigos, los religiosos que estaban junto a la Obispo intentaron detenerlo y lograron impedir que la situación se torne peor. El Párroco de Nuestra Señora del Carmen de Malargüe, Alejandro Casado, también intervino y acompañó al atacante hasta su auto para que pudiera abandonar el lugar.

Desde el Obispado resaltaron que el Derecho Canónico declara que si un clérigo usa la violencia física contra el obispo, incurre automáticamente (latae sentetiae) en la censura de Suspensión. A raíz de esto, “el presbítero Camilo Dib quedó suspendido y tiene prohibido todo uso de su ministerio sacerdotal”.

El encuentro entre Taussig y Dib que se llevó a cabo dentro del Obispado fue por la protesta realizada el 21 de noviembre tras el anuncio del cierre del Seminario Santa María Madre de Dios. La agresión tuvo lugar en esa reunión que se inició para “ofrecer a Dib la oportunidad de un descargo sobre su participación en los hechos ocurridos en Malargüe”, precisaron desde Obispado ya que Dib sería quien días atrás habría alentado a fieles a realizar un escrache al Obispo una vez conocida la noticia.

El Derecho Canónico, en su cánon 1370, declara que si un clérigo usa violencia física contra el obispo, incurre automáticamente en la censura de Suspensión, por lo cual quedó suspendido automáticamente por el hecho realizado, y Camilo Dib tiene prohibido todo uso de su ministerio sacerdotal”, agregaron.

El incumplimiento de algunos sacerdotes que se negaban a dar la hostia en la mano a los fieles en vez de hacerlo en la boca, según lo establece el protocolo sanitario por la pandemia, generó una disputa que tuvo como consecuencia el cierre del seminario.

Tras esa decisión, la comunidad católica local teme por el destino de los seminaristas que cursan en San Rafael actualmente, y no saben dónde y cómo continuarán su carrera vocacional el año próximo.

“Monseñor traidor”, “Lobo vestido de cordero”, “Estamos huérfanos de pastor”, “No al cierre del seminario”, “Pedimos un visitador apostólico”; fueron algunas de las frases de los carteles que acompañaron las protestas.

“No hubo una pelea, fue una persona que atacó a otra”, aclaró a TN el vocero del Obispado de San Rafael, José Álvarez, en referencia al comportamiento del obispo, quien no respondió a la agresión del cura. Por otra parte, opinó sobre la actitud de  Dib y señaló que “las razones psicológicas o de libertad moral las tendrá que explicar después”. Destacó, además, que  “fue desordenado” y que lo que hizo “fue un delito muy grave”.