El triunfo en Barinas llega en un año en el que la oposición puede intentar convocar un referendo revocatorio del mandato de Maduro
Barinas, estado natal del fallecido presidente venezolano Hugo Chávez, dejará de ser gobernado por el chavismo por primera vez desde 1998, tras la histórica victoria de la oposición en la elección para gobernador, repetida el domingo por una orden judicial.
El opositor Sergio Garrido, un desconocido en la política nacional, se impuso con 14 puntos de ventaja sobre el ex vicepresidente y ex canciller Jorge Arreaza, quien tuvo a su disposición todo el poder del gobierno durante la campaña.
Garrido acumuló 172.497 votos (55,36%) en el primer boletín oficial y Arreaza, 128.583 (41,27%).
Un tercer candidato, Claudio Fermín, acusado de colaborar con el chavismo para dividir el voto opositor, cerró con 5.996 (1,77%).
«El pueblo noble, leal y valiente de Barinas logró el triunfo», celebró Garrido, quien rompe 24 años de hegemonía chavista en este estado, que siempre estuvo gobernado por un miembro de la familia del padre de la llamada Revolución Bolivariana en las últimas dos décadas, informó la agencia de noticias AFP.
Arreaza reconoció en Twitter la derrota más de una hora antes de conocerse el resultado oficial.
«La información que recibimos de nuestras estructuras del PSUV [el gobernante Partido Socialista de Venezuela], indican que, aunque aumentamos en votación, no hemos logrado el objetivo», escribió Arreaza, que fue yerno de Chávez y padre del primer nieto del expresidente (1999-2013).
El escrutinio ratificó la victoria del 21 de noviembre de la oposición, que fue anulada por el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ), de línea oficialista, alegando que el candidato opositor, Freddy Superlano, estaba inhabilitando por investigaciones judiciales, impidiéndole volver a participar.
Tampoco pudo su esposa, que iba a ser su sustituta, o un tercer aspirante, dejando a Garrido, electo para el parlamento regional en noviembre pasado, como cuarta opción.
«La misma expresión popular que se presentó el 21 (de noviembre) se presentó esta vez con más fuerza», lanzó Superlano.
La canción popular «Linda Barinas» fue entonada sin parar en el comando opositor, que estalló en aplausos al conocerse el resultado.
«Tenemos mucho tiempo buscando esta victoria. Hubo que ganar dos veces, pero pudimos», celebró Karmín Sánchez, una activista de 21 años en la fiesta opositora.
Una tarima con una pantalla gigante que el chavismo instaló para la celebración de un eventual triunfo quedó sola, en penumbras, muy cerca de su comando de campaña.
El PSUV, ganador en las regionales de noviembre la alcaldía de Caracas y 19 de 22 gobernaciones adjudicadas entonces, desplegó toda su fuerza para esta elección, marcada por denuncias de ventajismo.
Arreaza llegó a despachar desde la gobernación, mientras que ministros y funcionarios del gobierno de Nicolás Maduro inauguraron obras públicas durante la campaña y entregaron viviendas populares.
Barinas era una especie de sitio culto de la Revolución, con los Chávez siempre al frente.
La dinastía en la gobernación empezó con su padre, Hugo de los Reyes (1998-2008), y continuó con sus hermanos Adán (2008-2016) y Argenis (2017-2021), quien aspiraba a la reelección, pero renunció después de que el TSJ ordenara repetir los comicios.
Superlano sumaba 37,6% de los votos frente a 37,21% de Argenis Chávez.
Unos 25.000 efectivos de seguridad, entre ellos 15.000 militares, custodiaron este proceso, al que fueron llamados a votar 607.000 de los 870.000 habitantes de este estado.
El despacho del líder opositor Juan Guaidó, que no votó en las regionales alegando falta de condiciones, celebró el resultado en Barinas. «Representa un hito en la lucha emprendida por los venezolanos en resistencia a un régimen usurpador del poder», señaló en un comunicado.
El triunfo en Barinas llega en un año en el que la oposición puede intentar convocar un referendo revocatorio del mandato de Maduro.