El gobierno de Putin propuso un centenar de modificaciones, entre las más importantes se encuentra la posibilidad de otorgarle dos reelecciones consecutivas más
El Gobierno ruso celebró este jueves la victoria aplastante del «Sí» en el referendo sobre la enmiendas constitucionales que, entre otros cambios, permitiría al presidente ruso, Vladimir Putin, permanecer en el poder hasta 2036, mientras la oposición cerró filas y denunció fraude.
Según los datos preliminares ofrecidos anoche por la Comisión Central Electoral (CEC) tras el fin del escrutinio, el 77,92 % de los votantes respaldó las modificaciones constitucionales, mientras que el 21,27 % las rechazó.
«Ha sido un triunfo. En esencia y de hecho, lo que ha tenido lugar es un referendo triunfal de confianza en el presidente Putin», dijo el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, tras unos comicios que duraron una semana y concluyeron ayer.
Putin aprovechó una videoconferencia con miembros de un comité de educación patriótica para expresar su gratitud a los ciudadanos: «Quiero dirigir a los ciudadanos de Rusia palabras de agradecimiento. Muchas gracias por su apoyo y confianza».
Para el mandatario, el resultado de la votación muestra que «la mayoría aplastante de los ciudadanos cree que podemos trabajar mejor».
El presidente ruso intentó mostrarse comprensivo con aquellos que votaron en contra de las enmiendas constitucionales, al señalar que «es cierto que hay muchos problemas sin resolver en el país».
«La gente con frecuencia choca con injusticias, con la indiferencia. Muchos tienen una vida muy difícil, y a nosotros, los dirigentes del país, nos parece que hacemos todo lo posible. Pero no, la vida nos muestra otra cosa», admitió.
La presidenta del Comité Electoral Central, Ela Panfílova, informó que la consulta se celebró sin «constancia de irregularidades que puedan influir en sus resultados».
Agregó que los resultados definitivos serán anunciados mañana, tras lo cual las modificaciones constitucionales -que mucho antes de la consulta fueron aprobadas por el Parlamento y promulgadas por Putin- entrarán en vigor.
Sin embargo, la oposición denunció fraude, entre ellos el politólogo Kiril Rogov, quien escribió en la red social Facebook que los rusos fueron testigos de «uno de las estafas electorales más grandiosas de la historia».
Esto fue posible -aseguró- gracias a que con el pretexto de la pandemia del coronavirus la votación se llevó a cabo durante una semana, innovación que destruyó el sistema de observación de las jornadas electorales.
Al mismo tiempo, denunció que «también fueron falsificados los resultados reales de la votación, que no se corresponden con los datos anunciados por la CEC, ni de la participación ni de los votos por el ‘Sí’ y por el ‘No'».
La Constitución vigente impide que un presidente ejerza más de dos mandatos consecutivos, por lo que Putin no podía aspirar a un nuevo periodo presidencial en 2024. Sin embargo, entre las dos centenares de enmiendas presentadas en paquete a consulta, hay una introducida a última hora que permite a Putin aspirar a otros dos mandatos de seis años.
Durante la «campaña de información» en los medios estatales previa al plebiscito se hizo hincapié en las enmiendas de carácter social, como la indexación de pensiones y respeto por el trabajo y la familia tradicional, y no tanto sobre la modificación que le da vía libre a Putin para quedarse más de una década y media más en el poder.