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La ola de calor azota a varios países europeos y crecen los incendios forestales


España es uno de los lugares más afectados, con cientos de personas que debieron abandonar sus casa por el avance del fuego

Una ola de calor sigue azotando a varios países europeos, incluida España, donde los incendios forestales obligaron a cientos de personas a abandonar sus hogares tras una semana de elevadas temperaturas.

El mercurio también subió en Francia, donde las temperaturas deberían acercarse a los 40ºC el sábado, mientras el Reino Unido registró el día más caluroso del año.

El calor está en consonancia con las advertencias de los científicos de que las olas de calor serán más intensas y llegarán antes de lo habitual, a consecuencia del cambio climático, señaló la agencia AFP.

En España, los incendios forestales quemaron hasta 7.000 hectáreas en la Sierra de Culebra (noroeste), obligando a evacuar a más de 200 vecinos, señalaron las autoridades regionales de Castilla y León.

También fueron evacuadas más de 3.000 personas del parque de atracciones Puy du Fou, cerca de Toledo (centro), por otro fuerte incendio forestal.

Los bomberos luchaban también contra los incendios en otras regiones, entre ellas en bosques de Cataluña (noreste), donde las condiciones meteorológicas complicaron las labores de extinción.

Las temperaturas superaron el viernes los 35ºC en la mayor parte del país y se espera que rebasen el sábado los 40ºC . A principios de semana se alcanzaron los 43ºC, una temperatura inusual en esta época del año.

«Estamos antes temperaturas que ya no son una anécdota», dijo el presidente del gobierno español, Pedro Sánchez, en una conferencia mundial en Madrid con ocasión del Día mundial de lucha contra la sequía.

Más de dos tercios de los departamentos franceses se encontraban también en el máximo nivel de alerta por calor o en el segundo más elevado y en gran parte del suroeste los termómetros superarán los 40ºC.

«¡Estén atentos! Hidrátense, permanezcan en lugares frescos, digan cómo van y pregunten a sus allegados», tuiteó la primera ministra Elizabeth Borne, cuyo gobierno puso en marcha un número especial para la ola de calor.

Matthieu Sorel, climatólogo de Météo France, explicó que «se trata de la ola de calor más precoz registrada en Francia». En los departamentos con nivel de alerta «roja» se pidió a los escolares que se queden en casa.

Con «muchos récords mensuales o incluso históricos de temperatura que probablemente se batirán en varias regiones», el experto estimó que este tiempo es un «marcador del cambio climático».

En Francia se han tomado medidas especiales en las residencias de ancianos, todavía marcadas por la mortal ola de calor de 2003.

Los edificios se rocían con agua para refrescarlos y se rota a los residentes en habitaciones con aire acondicionado.

En algunas regiones se han reducido los límites de velocidad, incluyendo los alrededores de París, para limitar la concentración de smog u ozono nocivo por el calor.

La ola de calor se ha extendido desde el norte de África a España y Francia, pero también afecta a Italia e incluso al Reino Unido.

Varias ciudades del norte de Italia han anunciado el racionamiento de agua y la región de Lombardía (norte) podría declarar el estado de emergencia, ya que una sequía récord amenaza las cosechas.

Por tercer día consecutivo, el Reino Unido registró su jornada más calurosa del año, con temperaturas que superaron los 30ºC a primera hora de la tarde.

Los expertos advirtieron que las altas temperaturas se debieron a las preocupantes tendencias del cambio climático.

«Como consecuencia del cambio climático, las olas de calor empiezan antes», dijo Clare Nullis, portavoz de la Organización Meteorológica Mundial en Ginebra.

«Lo que estamos presenciando hoy es, por desgracia, un anticipo del futuro», si las concentraciones de gases de efecto invernadero en la atmósfera siguen aumentando y empujan el calentamiento global hacia los dos grados respecto a los niveles preindustriales, agregó.

El calentamiento global provoca sequías y acelera la desertificación en muchas regiones del planeta, declaró el secretario ejecutivo de la Convención de las Naciones Unidas de Lucha contra la Desertificación (CNULD), Ibrahim Thiaw, en la conferencia de Madrid.

«No hay lugar en la Tierra donde esconderse (…) Ningún país, rico o pobre, está al abrigo» del problema, aseguró.