Espectáculos

La fiesta de la música

La música popular selló otra gran semana de encuentros en Rosario


El Encuentro Nacional de Músicos concretó su 16º edición con otra semana de conciertos y formación que volvió a ofrecer la posibilidad de apreciar y degustar el rico material que existe y se transmite dentro de los géneros ligados a la canción popular.

La última noche que se desarrolló en el Galpón de la Música tuvo un marcado tinte local con la totalidad de artistas de la provincia de Santa Fe en una procedencia que, sin embargo, una vez más evitó entregar un color sonoro uniforme a la convocatoria.

La apertura corrió por cuenta del oriundo de Puerto General San Martin, Mario Bernachea quien mostró parte de su segundo disco “Un airecito” en compañía de Leanadro Masseroni, Agustin Casenove y Lautaro Bernachea.

Enseguida la cantautora y guitarrista de la ciudad de Santa Fe, Ana Suñé se presentó junto a Elina Goldsack (flauta traversa y piano), Mariano Ferrando (bajo), Francisco Torres (guitarra, bajo y arreglos) y Hernán Carnero (batería) y adelantó canciones del inminente material “Silvestre flor”.

A su turno, el rosarino Julián Venegas propuso las canciones que plasmó en

«De barcos y derivas» (2018) donde mezcló obra propia con temas firmados por Juan Iriarte, Flor Crocci, Ramón Merlo, Fernando Silva y Martín Neri, entre otros.

El gran cierre de la velada y del Encuentro todo fue con otro crédito local, el armonicista, cantante y compositor Franco Luciano, quien se presentó en formato de trío junto a los talentosos Leo Andersen (guitarra) y Pablo Motta (contrabajo).

“La música en vivo necesita de ustedes porque cuando las grandes vidrieras muestran siempre más o menos lo mismo, yo tengo el orgullo de participar de este espacio que se hace en mi ciudad”, resaltó Luciani quien en su actuación hizo un tributo a Raúl Carnota (con quien compartió el fantástico Proyecto SanLuCa) para el que sumó al percusionista Juancho Perone.

El músico Raúl Rey, fundador del grupo Madrigal e integrante del colectivo que sostiene este espacio en Rosario, dijo que “en un marco crítico para las industrias culturales, tanto los talleres como los conciertos pudieron más, dejando un saldo a favor de la creación desde lo emocional”.

A modo de balance de la edición que se desplegó entre el 19 y el 25 en diversas sedes de la ciudad santafesina, Rey consideró que “en cada una de las noches los intérpretes, compositores, cantantes e instrumentistas bajaban del escenario emocionados, felices y creo, más como músico que organizador, que efectivamente en el Encuentro se crean climas especiales”.

“Se trata de un ámbito -abundó Rey- donde los músicos se sienten cómodos para estrenar lo nuevo, compartir sus búsquedas estéticas y regalar la fuerza y las sutilezas de su arte”.

Y en esa observación, sumó el rol de los asistentes porque, sostuvo, “volvimos a tener la participación de un público atento que alternaba su silencio con aplausos cerrados y ovaciones, pero sobre todo con su conexión con cada propuesta”.