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La muerte de una comerciante por coronavirus alertó a los vecinos y piden testeos


"El negocio estuvo abierto la semana pasada y mi señora fue al lugar", por eso estamos preocupados, dijo a la prensa uno de los vecinos

La muerte de una mujer que era dueña de un minimercado en el barrio San Luis, del partido bonaerense de Escobar, generó preocupación entre los vecinos, que comenzaron a reclamar testeos para quienes concurrieron al comercio en las últimas semenas. El miércoles el intendente de Escobar, Ariel Sujarchuk, confirmó la muerte de la comerciante de 62 años, que fue el primer deceso por coronavirus en esa comuna.

Si bien el municipio ordenó de inmediato el «cierre preventivo por razones sanitarias» del minimercado «El Torito», ubicado en San Nicolás al 200, los vecinos de ese barrio comenzaron con sus reclamos.

«El negocio estuvo abierto la semana pasada y mi señora fue al lugar», por eso estamos preocupados, dijo a la prensa uno de los vecinos.

Otra mujer que vive a pocas cuadras contó que tienen «miedo» y pidió a las autoridades «por lo menos el testeo a los que tenemos algunos síntomas parecidos (al coronavirus). Yo no tengo fiebre pero me molesta la garganta».

«Lamentamos comunicar la primera muerte por coronavirus en nuestro distrito: respetemos la cuarentena y extrememos las medidas de prevención. Les pido que no bajemos los brazos, que tomemos confianza y que nos ayudemos entre todos», escribió el intendente tras comunicar el deceso de la mujer a través de un video junto a su secretario de Salud.

Según fuentes de la comuna, la mujer fallecida tenía comorbilidades (enfermedades pre existentes), había tenido contacto con un caso positivo y cuando murió había pasado varios días internada en el hospital local. El diagnóstico de coronavirus se confirmó tras su deceso.

Ahora, el municipio monitorea al menos seis casos más, entre los que están los familiares de la fallecida pero permanecen como casos «sospechosos».

Sin embargo, los vecinos reclaman a las autoridades que se haga un testeo a todos los que viven allí, ya que «somos un pequeño barrio que tiene dos entradas, nos conocemos todos y necesitamos saber quiénes están contagiados».