Los 630 inmigrantes del Aquarius que llegaron ayer al puerto de Valencia tras ser recogidos unos días antes en el Mediterráneo firmaron la petición de asilo en España, aunque casi la mitad expresó su deseo de ir a Francia, país que mostró intención de colaborar con los refugiados.
Recogidos hace más de una semana en el Mediterráneo por el barco de la ONG francesa SOS Mediterranée, los migrantes llegaron a Valencia tras el ofrecimiento del Gobierno español de recibirlos, que contrastó con la negativa de las autoridades de Italia y Malta, lo que generaba una situación complicada.
La letrada Ester Sanchis, del Colegio de Abogados de Valencia, explicó que todos los inmigrantes subsaharianos firmaron la solicitud de asilo, lo que les permite acogerse al permiso de 45 días de estadía extraordinaria por razones humanitarias en territorio español. «Ayer hicieron la petición de asilo, que ahora se tiene que formalizar y pasar después una entrevista especial con la Policía Nacional, previo asesoramiento del letrado», añadió Sanchis.
Decenas de abogados se presentaron voluntariamente para asesorar a los migrantes, que cuentan también con el acompañamiento de un intérprete cedido por las autoridades locales. Al firmar esta petición, y con ello su intención de solicitar el asilo, «ya no pueden ser expulsados», por lo que no pueden ser derivados a un centro de internamiento de extranjeros en territorio español.
Por su parte, la vicepresidenta del Gobierno, Carmen Calvo, confirmó que casi la mitad de los migrantes llegados a España en el operativo del buque Aquarius quieren ir a Francia, citaron las agencias de noticias EFE y DPA. Antes de participar en una reunión de su partido, la socialista Calvo calificó de «situación bastante idónea» la oferta de Francia pues «se trata de cooperar y de cumplir la normativa europea y el derecho internacional».
Más de 300 ayuntamientos españoles y varias regiones se ofrecieron a recibir a los migrantes, entre ellos los de Madrid, Barcelona, Valencia y Sevilla, según la Federación de Municipios. Para Calvo se ha dado «una imagen muy solvente» de España que «nos devuelve al crédito para el que todos debemos contribuir».
Aunque el ofrecimiento del Gobierno de Pedro Sánchez fue bien recibido por todas las fuerzas políticas, también se oyeron algunas voces que alertaron sobre el eventual riesgo de que se produzca un «efecto llamada» que desemboque en llegadas masivas de inmigrantes a España.
La posición del Ejecutivo español -expresada en un comunicado- es la de hacer que las fronteras sean seguras, pero de forma compatible con el respeto a los derechos humanos dentro y fuera del país.
De las 630 personas que viajaban en las embarcaciones (Aquarius y los barcos militares italianos Dattilo y Orione), 541 son hombres y 88 son mujeres, además de un bebé de pocos días. Los inmigrantes son de 26 nacionalidades distintas y los grupos más numerosos proceden de Sudán, Nigeria, Eritrea y Sudán del Sur.
Las embarazadas y las mujeres con hijos fueron derivadas a un Centro para mujeres del gobierno regional de Valencia, y los menores no acompañados trasladados a centros específicos.
La Comisión Española de Ayuda al Refugiado reveló hoy que en 2018 se batirá un nuevo récord de peticiones de asilo en el país ya que eran 17.000 las contabilizadas a mediados de mayo frente a las 31.120 de todo 2017. Según un informe, España rechazó el año pasado el 65 por ciento de esas solicitudes.