Olmos destacó que el gobierno está trabajando para que la inflación descienda.
La ministra de Trabajo, Raquel «Kelly» Olmos, consideró que la inflación «no está descontrolada» y sostuvo que los sindicatos tendrán que adecuar sus expectativas salariales en torno al 60% anual previsto en el Presupuesto.
Olmos dijo que «si se analizan los incrementos ya establecidos en las paritarias que se cerraron en revisiones del año pasado, el promedio de las más significativas daba para este mes un incremento salarial de 6 puntos y medio».
«Esto quiere decir que teníamos una expectativa de mayor recomposición, pero lo que hemos logrado ha sido una capacidad de adelantarnos al índice que se ha dado», destacó.
Dijo que se está «en un rango entre 5 y 6%. Nosotros ratificamos la meta del 60% anual. No es algo que se pueda procesar con exactitud matemática, pero estamos trabajando todos para alcanzar el objetivo».
Para la ministra, las revisiones de las paritarias se concretan «sobre la base de la confianza que genera el gobierno en esta materia».
Sostuvo que «el año pasado, cuando se disparó la inflación, fue el propio gobierno el que convocó a las partes para revisar los números».
Indicó que «se pueden poner revisiones más acotadas en el tiempo. Eso no modifica sustancialmente (la negociación). Si la paritaria alcanzó un nivel donde no hay una dispersión significativa, la revisión se soslaya o no tiene impacto directo. Si no se ha previsto y la inflación tiene un incremento (…) se convoca a las partes a pedido de una de ellas o por propia iniciativa de gobierno».
En declaraciones radiales, Olmos dijo que la inflación «tiene procesos que son específicamente difíciles en un contexto cultural donde la inflación está muy incorporada».
En ese punto, afirmó que «acá la gran destrucción de la capacidad adquisitiva ha sido durante 2018 a 2019. Durante la gestión de macrismo, en tres de los cuatro años, se deterioró la cantidad de empleo y se demolió la capacidad adquisitiva de los salarios».
«En alta inflación hay dos factores muy importantes. Uno es la inercia y el otro son las expectativas», sostuvo.
Dijo que «la inercia tiene que ver con la cultura para defendernos de estos procesos inflacionarios que hoy están muy influidos por la guerra y la pospandemia, pero que en Argentina tienen una incidencia mayor y las expectativas son las que intentamos moderar construyendo revisiones semestrales».
Olmos destacó que el gobierno está trabajando para que la inflación descienda.
«No lo podemos hacer por un shock porque eso implicaría un gran deterioro sobre los sectores más humildes. Hay que hacerlo con un gradualismo donde actúan factores internos y externos, como la sequía y el aumento de tasas de interés», señaló.