Los pesquisas descubrieron que además de una fiesta había mesas de juego clandestino por dinero, por lo que se secuestraron 40 mil pesos en efectivo, bebidas alcohólicas y una consola para pasar música
Unas 150 personas, entre ellas una oficial de policía de la provincia de Buenos Aires y un efectivo de la Ciudad, fueron sorprendidas en una fiesta clandestina, donde también había juego ilegal y se secuestraron 40 mil pesos, en el partido bonaerense de La Matanza, por lo que se iniciaron actuaciones por violar el Aislamiento Social Preventivo y Obligatorio (ASPO) ante la pandemia por coronavirus.
Fuentes de la fuerza informaron a Télam que el procedimiento fue realizado ayer en una casaquinta situada en calle Monasterio, entre Bustos y Lagos, en la localidad de González Catán, en dicho partido del sudoeste del conurbano.
El personal de la Superintendencia de Investigaciones del Tráfico de Drogas Ilícitas y Crimen Organizado de La Matanza allanó ese domicilio tras una denuncia que indicaba que allí se llevaba a cabo una fiesta clandestina, lo que configuraba una infracción al ASPO contemplado en el artículo 205 del Código Penal.
De acuerdo a los voceros, en el lugar había 150 personas, 93 hombres y 57 mujeres, inclusive una oficial de la Policía Local de La Matanza y un oficial primero de la Ciudad, que presta servicios en la comisaría vecinal de Villa Urquiza.
Los pesquisas descubrieron que además de una fiesta había mesas de juego clandestino por dinero, por lo que se secuestraron 40 mil pesos en efectivo y dos mazos de carta; como también bebidas alcohólicas y una consola para pasar música.
Las fuentes señalaron que en el lugar fue aprehendido un hombre de 34 años acusado de ser el encargado del juego clandestino, al tiempo que el resto fue identificado y notificado de la infracción al artículo 205.
Las diligencias fueron dispuestas por el fiscal Daniel Pagniota, de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) descentralizada 2 de La Matanza; y el juez federal 3 de Morón, Néstor Barral.
Participaron además efectivos de Infantería y del Grupo Apoyo Departamental (GAD), y personal del Registro de Expendio de Bebidas Alcohólicas (REBA) de la provincia.
Las fuentes añadieron que inicialmente, la Auditoría General de Asuntos Internos del Ministerio de Seguridad bonaerense no adoptó ningún temperamento respecto de la oficial que estaba en la fiesta hasta analizar las actuaciones labradas en el procedimiento.