El corazón tiene razones que la razón no entiende… y la Justicia tampoco. Este jueves, una pareja en la ciudad de Santa Fe comenzó una difícil lucha para adoptar a un niño de tres años con el cual convivieron durante un año y siete meses. El caso pone de relieve otra vez el contraste entre el complejo mecanismo jurídico y burocrático para adoptar, y los sentimientos en juego de las personas involucradas.
El periodista santafesino Sergio Gigliotti y su pareja, Cristina Morla, se presentaron en la Subsecretaría de Niñez de la provincia porque la entidad les solicitó la restitución del menor para que viva junto a uno de sus hermanos, de 8 meses, que está al cuidado de otra familia solidaria.
Gigliotti y Morla estaban en el programa de familias solidarias, y en ese carácter recibieron al pequeño que en principio alojarían por seis meses, tal como establece el reglamento. Pero por inconvenientes surgidos del trámite judicial, ese plazo se extendió a 19 meses y, por lo tanto, el fortalecimiento de vínculos afectivos entre la pareja y el niño fue inevitable.
La pareja plantea que al prolongarse el período en el que cuidaron del niño, que debió haber sido de 6 meses, se entablaron fuertes lazos afectivos y por esto, lo más conveniente sería una adopción definitiva del nene.
“Hoy un chiquito de 3 años fue arrancado del seno de su familia por una decisión vaya a saber de qué tipo de los funcionarios de la Secretaría de Niñez, quienes generaron un vinculo de casi dos años y hoy, de forma intempestiva, decidieron romperlo”, dijo Gigliotti, tras el encuentro en la sede de la repartición estatal.
El periodista explicó que el nene “no se fue a una familia definitiva, sino que se fue a una familia solidaria que tiene la misma condición que nosotros. Él está solito, con gente que seguramente tiene mucho corazón, pero que él no conoce”.
Por otro lado, cuestionó la forma en que se llevaron al niño: “un móvil de la Subsecretaria y un móvil policial detrás, pensando que nosotros somos delincuentes que íbamos a asaltar la camioneta y llevarnos al chico”.
En cuanto a la triste situación que están pasando, Sergio dijo que “volver a tu casa, ver los juguetes de tu hijo y saber que no está es feo”, y Cristina agregó: “Es terrible, porque yo para él soy su mamá, así que quien es mamá comprende lo que estoy sintiendo en estos momentos. Lo que le hicieron es terrible”.
En una entrevista con el diario santafesino El Litoral, Andrea Travaini, titular de la Subsecretaría de Niñez de la provincia, reconoció que el plazo previsto para que una familia solidaria cuide a un niño es de seis meses pero aseguró que se puede prorrogar y en este caso insisten en que fue necesario hacerlo porque era muy difícil encontrar a la madre biológica para notificarle que se había decidido declararlo en estado de adoptabilidad, entre otras postergaciones que tuvo el proceso.
“Lo que está previsto es que este niño se aloje con otra familia solidaria, que está cuidando a su hermano de 8 meses, para que pueda desarrollar lazos con él. Además, Familias Solidarias es un programa del Estado de Santa Fe de cuidado temporal y consecuentemente no implica un mecanismo para acceder a la guarda con fines adoptivos”, explicó la funcionaria.
En un comunicado, la Subsecretaría de Niñez también señaló que “admitir otra forma de procedimiento, contrario a la normativa y ética que debe imperar en la construcción de proyectos de vida de niños, niñas y adolescentes vulnerados, sería habilitar instancias de vías irregulares e ilegitimas por parte de quienes al hilo de la verticalidad intentan ‘torcer’ la letra de la ley vigente en la materia”.
Desde la Subsecretaría de Niñez también informaron que la pareja inició acciones procesales, por fuera del sistema de Protección Integral Provincial de derechos, “y que se visualizan como tendientes a obtener la guarda con fines de adopción y una medida de no innovar su centro de vida (la del niño alojado), no siendo notificados ni enunciados por la familia solidaria en ningún momento”.
FUENTE: Rosarioplus