La revista National Geographic eligió a la librería Ateneo Grand Splendid, ubicada en el barrio de Recoleta, «como la más linda del mundo». El periodista Brian Clark Howard que escribió este artículo le recomienda a sus lectores visitar este histórico edificio.
En su descripción, Howard recopila un poco de historia sobre este lugar que fue escenario de grandes momentos culturales. Surgió como un teatro que abrió sus puertas en 1919 «cuando Buenos Aires estaba en auge como un importante puerto y centro de comercio. Una inundación de inmigrantes, particularmente de Europa, ayudó a alimentar una rica escena cultural y artística, incluido el nacimiento del tango».
Por el Grand Splendid desfilaron grandes personalidades del tango como Roberto Firpo, quien le dedicó un tema al lugar, y Carlos Gardel. En ese momento contaba con plateas con capacidad para 500 personas. Ahora «más de un millón de turistas por año» visitan sus pisos en búsqueda del libro deseado.
En 1924, la histórica emisora Radio Splendid encontró su lugar de transmisión para convertirse en la frecuencia que hizo debutar a un joven Gardel. Fue cine y también fue ruinas, cuando en el año 2000 la crisis lo obligó a cerrar sus puertas. Sin embargo, meses después la cadena El Ateneo compró el lugar y ubicó a «la librería más linda del mundo».
Las bambalinas y las luces quedaron atrás para darle lugar a cientos de estantes repletos de libros que llevan consigo grandes historias. Grand Splendid nunca perdió su encanto y eso se refleja en las palabras del periodista de National Geographic. «Los viajeros encuentran una experiencia maravillosa al navegar por los coloridos estantes dispuestos artísticamente en las antiguas secciones de orquesta y entrepisos. La cafetería está ubicada en el escenario del teatro, por lo que puedes imaginar tu nombre entre luces mientras te metes en una pastelería», escribe Howard.
La librería, ubicada en la Avenida Santa Fe al 1800, es un refugio de tranquilidad y conocimiento que coexiste con el caos de la ciudad. Siempre es bueno darse una vuelta, frenar, tomarse un café y leer un buen libro.
Fuente: TN