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La leyenda Carlovich: «Yo disfruté mucho todo lo que hice»


El Trinche, para los que lo vieron jugar, fue mejor que Maradona y Messi. Jugó un partido en Primera en Central y también vistió la casaca de Colón. Pero siempre estará ligado a la historia de su querido Central Córdoba

Tomás Felipe Carlovich, el Trinche, fue mejor que Diego Maradona y Lionel Messi, según dijeron aquellos que lo vieron en una cancha de fútbol, pero el mito que nació en un partido entre la Selección de Rosario y la Argentina en 1974, contrastó con la realidad que le tocó en suerte, porque apenas jugó pocos partidos en Primera División.

«A veces no se da. No es que uno no quiso. Siempre me preguntan y la respuesta es siempre la misma. Lo volvería a hacer, porque yo lo disfruté mucho todo lo que hice. Eran otros tiempos. Yo soy realista, soy consciente», expresó hace algunos años el Trinche, quien fue el menor de los siete hijos que tuvo su padre, luego de llegar desde Yugoslavia a la Argentina.

Surgido de las divisiones inferiores de Rosario Central, Carlovich jugó poco y nada en el Canalla, dado que no era del gusto del entrenador Miguel Ignomiriello. Fue cedido brevemente a préstamo a Sporting de Bigand. Al volver debutó con el primer equipo canalla en 1969, en un amistoso frente a Peñarol en Montevideo. Luego jugó apenas un partido oficial, contra Los Andes.

Luego su carrera pasó por diferentes etapas: Flandria, tres partidos en Colón de Santa Fe -en Primera División-, Independiente Rivadavia y Deportivo Maipú, ambos de Mendoza, y Newell’s de Cañada de Gómez.

Sin embargo, su figura siempre estuvo ligada a la camiseta número cinco de Central Córdoba de Rosario, en donde pasó por cuatro etapas, jugó un total de 236 partidos y marcó 28 goles. Llegó en 1972 y consiguió el título y el ascenso a Primera B en 1973. En el día de su debut hizo dos goles.

Los que lo vieron jugar, sobre todo en Central Córdoba, recuerdan su zurda «mágica», que le permitía realizar gambetas increíbles -siempre se habló de su «doble caño» de ida y vuelta-, y su derecha con la que conducía naturalmente que hacía indescifrable cuál era su pierna hábil.

Ahí sembró en parte eso que lo representaba como jugador: la inconstancia fue su rutina. Por caso, en Central Córdoba estuvo en cuatro etapas: 1972-1974, 1978, 1980-1983 y 1986, jugando nueve temporadas.

Entre sus idas y vueltas de Central Córdoba, jugó además en Colón, disputando apenas tres partidos, y de todos ellos se retiró lesionado, finalizando así su recorrido por la Primera División. Militó en el fútbol mendocino para Independiente Rivadavia, donde disputó la liga provincial (con el cual en 1979 le ganó al Inter de Italia 3-1 un amistoso que Carlovich recuerda como una de sus mejores actuaciones) y Deportivo Maipú. Además, en el año 1985, jugó en Newell´s Old Boys de Cañada de Gómez, entidad perteneciente a la Liga Cañadense de Fútbol.