La jueza federal María Romilda Servini le requirió al veedor judicial informático designado para la jornada electoral de las Paso un informe detallado sobre el funcionamiento del software de la empresa Smartmatic, encargada del procesamiento de los datos del escrutinio provisorio.
Así lo dispuso en el marco del expediente iniciado a partir de una acción de amparo interpuesta pocos días antes de las primarias por el Frente de Todos, en la que pidió que se apartara a esa compañía de la tarea que se le había encomendado tras una licitación pública e internacional.
Dada la inminencia de la jornada electoral, la magistrada no hizo lugar al pedido del Frente de Todos, pero sí dispuso la designación de un veedor informático para que controlara el escrutinio provisorio.
Para cumplir ese rol fue nombrado el director general de Tecnología del Consejo de la Magistratura de la Nación, el ingeniero en sistemas Juan Antonio Franchino, a quien le requirió la presentación de un informe de la tarea que desarrolló en las Paso, según un oficio.
En base a ese informe, la jueza federal con competencia electoral podrá avanzar en el análisis de fondo del planteo del Frente de Todos.
Además de designar al veedor informático y facultarlo para conformar un equipo con las personas que considerara necesarias para realizar su tarea, la jueza Servini ordenó, en el inicio de la jornada electoral del domingo último, que los resultados del escrutinio provisorio recién se dieran a conocer públicamente cuando estuviera relevado el 10% de las mesas electorales de la ciudad de Buenos Aires y de las provincias de Buenos Aires, Córdoba y Santa Fe.
La noche de ese día, cuando ya habían finalizado los comicios y se aguardaba que se cumpliera el plazo legal de tres horas para la difusión de los resultados, la demora en la difusión de los mismos y la intermitencia en la información que detallaba el porcentaje de mesas escrutadas despertó suspicacias en relación al desempeño de la firma Smartmatic.