Nahir Galarza deberá cumplir la condena a prisión perpetua que le impusieron por el crimen de Fernando Pastorizzo, cometido en 2017, según confirmó este miércoles la Cámara de Casación Penal de Concordia al rechazar el pedido de la defensa para que el hecho sea considerado un «homicidio culposo», informaron fuentes judiciales.
Por unanimidad, los jueces Darío Perroud, Silvina Gallo y Aníbal Lafourcade que integran en la Cámara rechazaron la apelación que había presentado el abogado José Ostolazza. Para hacerlo se basaron en que el Tribunal de Gualeguaychú no hizo lugar durante el juicio a la supuesta violencia de género que sufría su defendida, Nahir Galarza.
Producto de esa decisión, la joven gualeguaychuense seguirá presa en la cárcel de Paraná. Pero aún tendrá otra instancia de apelación.
Los abogados de la joven de 20 años, José Ostolaza, Darío Germanier y Pablo Sotelo, habían presentado un recurso de apelación a la condena a prisión perpetua por considerar que el crimen de Pastorizzo debe considerarse un «homicidio culposo», ya que los disparos que recibió fueron «accidentales». Ademas plantearon que Galarza no fue juzgada «con perspectiva de género».
Por su parte, el fiscal coordinador de Gualeguaychú, Lisandro Beherán, quien intervino en el debate oral junto a Sergio Rondoni Caffa, sostuvo que debía confirmarse la sentencia, que «no se afectó el debido proceso» y que Galarza «no era víctima de violencia de género».
En la misma línea se pronunciaron las querellas de parte del padre y la madre de Pastorizzo.
El crimen de Pastorizzo (20) ocurrió entre las 5.10 y 5.15 del viernes 29 de diciembre de 2017, cuando el joven fue encontrado en una calle de Gualeguaychú con un tiro en la espalda y otro en el pecho, junto a su moto y dos cascos tirados en el suelo.Inicialmente, al declarar como testigo, Galarza dijo que había visto a su ex novio la noche anterior al crimen, aunque ante la sumatoria de indicios en su contra quedó detenida y en una segunda declaración reconoció que lo había matado pero que había sido de manera «accidental».
La estrategia defensista apuntó a demostrar que Galarza y Pastorizzo no habían tenido una relación de noviazgo y que la joven había sido víctima de violencia de género, aunque durante el juicio no se logró comprobar ninguna de esas hipótesis.
Finalmente, el 3 de julio de 2018, el Tribunal de Juicio y Apelaciones de Gualeguaychú integrado por Mauricio Derudi, Arturo Dumón y Alicia Vivian, condenó por unanimidad a Galarza a la prisión perpetua por «homicidio calificado por la relación de pareja».
«Ha quedado destruida la hipótesis de la defensa de que los disparos se produjeron de manera involuntaria», aseguraron los jueces en su sentencia.