El viernes amaneció fresco y con las veredas mojadas producto de la lluvia caída durante la madrugada. Sin embargo, pese a los pronósticos, el sol volvió a asomar y las tormentas se alejaron. El tiempo, más cercano al de un día de otoño que de verano, sigue causando desconcierto. Esta vez, una sorpresa agradable y para aprovechar. Pero igual de inconstante que las anteriores.
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