Por el impacto del aislamiento, cayó un 31% en el mes de abril
La actividad industrial en abril registró una caída de 31% interanual y de 17,4% mensual, una retracción que se intensificó por el alcance pleno del aislamiento dispuesto para morigerar el avance del coronavirus en todo el territorio nacional, que conformó la baja más importante desde 1994.
Así se desprende del informe del Centro de Estudios de la Unión Industrial Argentina (Ceu) dado a conocer hoy, en el que se reseñó que en el primer cuatrimestre del año se acumuló una baja de 11,9% respecto a igual período de 2019, «caídas que agudizan la crisis que ya registraba la industria desde 2015».
La entidad advirtió que si bien durante mayo se fue habilitando la producción de algunos sectores industriales y regiones del país, «los datos preliminares anticipan una fuerte caída de la producción».
Es que respecto de abril de 2015 la caída es de 38,8% pero el nivel de producción sin estacionalidad el más bajo desde febrero de 2003, pero de acuerdo a los sectores se observan rubros que registraron los niveles más bajos de la serie, que se inició en 1994.
La dinámica del mes se vio reflejada en la utilización de la capacidad instalada, que alcanzó en promedio 42% en abril, 19,6 puntos porcentuales menos que en igual mes de 2019.
En un contexto de limitaciones por la vigencia del aislamiento obligatorio, y con solo 43% del empleo industrial formal autorizado en abril, la actividad industrial registró una caída de 30,6% interanual y de 17,1% mensual en la medición desestacionalizada.
El desempeño de abril se explicó por la contracción de prácticamente todos los sectores, destacándose la industria automotriz, que no registró producción.
En tanto, aquellos rubros considerados esenciales durante la cuarentena como alimentos y bebidas y la producción de sustancias y productos químicos, incluyendo al farmacéutico, fueron los únicos en presentar caídas más moderadas e incluso leves subas interanuales en sus niveles de actividad.
El análisis sectorial de actividad, reflejó que el automotriz estuvo completamente paralizado, con una producción nula en abril que implicó una caída histórica del 100%; le siguió el sector de minerales no metálicos, incluyendo a los despachos de cemento, con una baja de 67% interanual, en gran medida por el menor nivel de actividad de la construcción.
Los productos textiles se contrajeron 57,8%, principalmente por caídas en hilados de algodón y tejidos y acabado de productos textiles.
Además, la actividad de la industria de metales básicos registró una baja de 65,4%, con caídas en subrubros que promediaron hasta 70%, mientras que la refinación de petróleo cayó 40%, y la metalmecánica se contrajo 38,7%, por la menor producción de equipos eléctricos, autopartes y fundición.
Por su parte, los rubros considerados esenciales durante el aislamiento se vieron afectados en menor medida por el freno de la actividad.
En la producción de sustancias y productos químicos se registró una caída de 3,4%, amortiguada principalmente por la mayor producción de agroquímicos, aunque la venta de medicamentos se contrajo 3% interanual.
La industria de alimentos y bebidas fue la única que registró una suba interanual en su actividad, ya que el sector creció 0,9%, principalmente por la mayor producción en carnes y productos lácteos, que amortiguaron las caídas registradas en la molienda de oleaginosas (sin las cuales la suba interanual sería de 1,9%) y en azúcar, productos de confitería y chocolate.
El fuerte impacto de la pandemia también se vio en las cuentas externas, en las cuales las exportaciones de manufacturas de origen industrial (MOI) cayeron 58,3% interanual.
Las caídas más pronunciadas se registraron en los subrubros calzado (-99%), material de transporte terrestre (-90,2%), y caucho y sus manufacturas (-77,8%), mientras que la menor exportación de vehículos se explica por los menores envíos a Brasil (-95%), lo cual generó que las exportaciones MOI dirigidas hacia ese país cayeran 75,5%.