Desde la Cámara de la Industria del Calzado de Santa Fe advierten de una situación preocupante. Lo mismo atraviesa el sector textil
La industria del calzado en la provincia de Santa Fe está enfrentando una profunda crisis debido a la significativa disminución en el consumo. Según esgrimen desde la Cámara de la Industria del Calzado de Santa Fe, la situación es muy complicada para las aproximadamente 60 fábricas del sector en la región.
Las ventas de calzado han caído entre un 40% y un 70%, dependiendo del segmento, lo que ha impactado severamente en la actividad productiva de las empresas. A pesar de la llegada anticipada del invierno, que suele generar un aumento en la demanda de calzado de abrigo, las ventas no han alcanzado los niveles habituales para esta época del año.
La caída del consumo ha llevado a una disminución en el empleo en el sector, con una baja del 20% en las dotaciones de personal desde finales del año pasado hasta abril. Esta situación afecta especialmente a localidades como Rosario, Arroyo Seco y Acebal, donde se concentra gran parte de la actividad industrial del calzado, según detallo Alberto Serra, presidente la Cámara de la Industria del Calzado de Santa Fe, en diálogo con La Capital.
La competencia de las importaciones, especialmente de productos brasileños, también ha exacerbado la situación. Aunque tradicionalmente el sector del calzado ha enfrentado la competencia de los productos importados, en la actualidad la amenaza proviene tanto de las importaciones como del bajo consumo interno.
Ante este escenario, algunas fábricas podrían considerar la importación de ciertos productos para complementar su línea de producción y sobrevivir en el mercado. Sin embargo, desde la Cámara de la Industria del Calzado se enfatiza la importancia de proteger y promover la industria nacional como una forma de preservar el empleo y la actividad económica en la región.
La industria del calzado en Santa Fe enfrenta un panorama desafiante, con empresas en riesgo y una disminución en el empleo debido a la caída del consumo y la competencia de las importaciones. La búsqueda de soluciones para revitalizar el sector se presenta como un desafío crucial para las autoridades y los empresarios locales.
Derrumbe en la industria textil de Santa Fe
La industria textil en la provincia de Santa Fe atraviesa una de sus peores crisis en años. Según un reciente informe de la Federación de Industrial de Santa Fe (Fisfe), el sector de «Prendas de vestir» experimentó una baja del 18,6% en marzo, lo que ha desencadenado una serie de problemas tanto para empresarios como para trabajadores.
Iván Cussi, dirigente gremial de la Asociación Obrera Textil de Rosario, destacó que «a nivel nacional ya se han registrado casi 800 despidos y unas 7.000 suspensiones». Este declive es atribuido en gran parte a la apertura de las importaciones, una política económica reciente que ha inundado el mercado con productos extranjeros, desplazando a las firmas nacionales.
Despidos y suspensiones en aumento
Cussi detalló que la incertidumbre generada por el cambio de gobierno y las políticas económicas ha puesto a muchas empresas al borde del abismo. “Las empresas están atravesando el cambio de gobierno, de las políticas, y no saben cómo pueden seguir adelante con esto hoy en día. Estamos teniendo muchas fábricas que están suspendiendo, están despidiendo, hay retiros voluntarios porque no pueden afrontar la situación”, explicó.
El impacto no distingue entre grandes empresas y pymes. «Hay fábricas que directamente al tener un stock de producción paran y empiezan a suspender los turnos. Ese es uno de los problemas. Las pymes, las más chiquitas que son las que también dan mucho trabajo a los operarios textiles, no le queda otra que achicar personal, incluso cerrar”, añadió Cussi, subrayando la difícil situación que enfrenta el sector.
Acuerdos salariales y esfuerzos compartidos
A pesar de la gravedad del escenario, algunos trabajadores y empresarios están logrando acuerdos para evitar despidos masivos. Cussi mencionó que, en Rosario, se están llevando a cabo acuerdos donde los empleados aceptan salarios reducidos, en torno al 75% u 80% del salario habitual, para mantener sus puestos de trabajo. “Se hace un esfuerzo para que podamos salir adelante. Todos quieren laburar, la industria nacional siempre fue trabajadora y quiere salir adelante pero este gobierno perjudica a la industria porque trae todo de afuera y la mano de obra se pierde”, señaló.
Impacto de las importaciones y la inflación
Uno de los principales problemas es la apertura de las importaciones. «Siempre se importó pero ahora con este cambio se puede importar más y afecta mucho. En la época cuando estaba Menem también lo sufrimos, se traía todo de Brasil, pero no tanto como esto”, afirmó Cussi.
En este contexto de crisis, las negociaciones salariales se han vuelto extremadamente complicadas. Aunque se está discutiendo un aumento en paritarias, la situación económica de la industria no permite obtener mejoras significativas. “La situación de la industria no te deja llegar a pelear un poco más como en otro tiempo”, comentó Cussi, añadiendo que aunque se logren aumentos del 10%, 20% o 30%, estos no son suficientes para hacer frente a la inflación.
La industria textil en Santa Fe enfrenta una situación crítica debido a la combinación de políticas de importación y la crisis económica general. Mientras empresarios y trabajadores hacen esfuerzos conjuntos para mitigar el impacto, la necesidad de políticas más favorables y un apoyo gubernamental efectivo se vuelve cada vez más urgente. La comunidad textil espera que estas dificultades sean temporales y que se puedan encontrar soluciones para revitalizar uno de los sectores más importantes de la economía provincial.