La puesta en práctica hábitos y conductas saludables, además de la realización de controles médicos, son esenciales para prevenir una importante cantidad de enfermedades y, en consecuencia, lograr una mejor calidad de vida.
Así lo afirmó la médica clínica Bárbara Finn, coordinadora del Programa de Cronicidad y Cuidados Paliativos del Hospital Británico de Buenos Aires, quien destacó cuidar la salud «es fundamental en todos los momentos de la vida, en especial a partir de la adolescencia y la adultez».
«Si para los controles de salud hacemos una separación de acuerdo al sexo de la persona, habrá que tener en cuenta que en las mujeres es importante la realización del control ginecológico anual (PAP) a partir de los 21 años (la frecuencia posterior puede variar acorde a los hallazgos); mamografía anual a partir de los 45 años, y bianual después de los 55», remarcó Finn.
En ese sentido, la especialista manifestó que «en el caso de pacientes de alto riesgo de acuerdo a antecedentes familiares, los controles deben iniciarse con anterioridad».
Asimismo, dijo que «diez años después de iniciada la menopausia, es importante la realización de una densitometría ósea».
«En el caso de los varones, a partir de los 50 años tendrán que visitar al urólogo para un control con tacto rectal y PSA (análisis de laboratorio), y tendrán que hacerlo antes aquellos pacientes con alto riesgo (raza negra o aquellos con familiar de 1ª grado con cáncer de próstata antes de los 65 años)», puntualizó la médica.
Finn destacó que «la consulta médica anual, examen físico completo, control de peso y altura y de presión arterial es necesario para ambos sexos, así como también el examen de laboratorio básico a fin de detectar precozmente diabetes, dislipemias (alteraciones del colesterol y triglicéridos) u otras afecciones; así como también es recomendable una video colonoscopía o test de sangre oculta en materia fecal para detección precoz de cáncer de colon a partir de los 50 años».
«Asimismo, es importante que realicen actividad física, no fumen, lleven una alimentación saludable y no consuman alcohol indebidamente», añadió.
Por tal motivo, la especialista recordó que «estas recomendaciones son solo aplicables a adultos sanos, ya que las mimas se modifican en la presencia de cualquier enfermedad crónica».
«En todos los casos, lo fundamental es la visita regular al médico quien indicará a cada paciente los estudios de control necesarios y pertinentes», concluyó.