Es esencial contactar con los servicios de emergencias cuanto antes, sin embargo se deben implementar las medidas iniciales a la espera de la llegada de los profesionales
Es esencial contactar con los servicios de emergencias cuanto antes, sin embargo se deben implementar las medidas iniciales a la espera de la llegada de los profesionales
Si se actúa de forma rápida y correcta, un paro cardiorrespiratorio puede ser contrarrestado y así salvar la vida de quién lo padece. Se trata de un momento crítico que pone en riesgo la vida de quien lo sufre, pero también es algo que está rodeado de mitos.
No es como en las películas. En la ficción, cuando alguien comienza una reanimación cardiopulmonar, la persona se despierta súbitamente como si nada. Esto está bastante lejos de la realidad. Ante un paro cardiorrespiratorio real, solo se puede devolver la consciencia mediante una estimulación eléctrica al corazón.
Lo cierto es que, si sabemos actuar correctamente ante esto, podemos salvar realmente la vida de alguien. En este sentido, ¿qué se debe hacer ante este hecho donde la vida está en juego?
- ¿Qué importancia tiene saber actuar frente a una paro cardiorrespiratorio?
Cuando una persona sufre una paro cardiorrespiratorio, tanto su circulación sanguínea como su respiración se detienen. Esto hace que el oxígeno no llegue a todas las partes del cuerpo. Si esta situación se prolonga más de 6 u 8 minutos, el cerebro sufre daños graves.
Aquí está la importancia de actuar de manera rápida. Por desgracia, el 80% de los casos se producen fuera del ambiente sanitario. De hecho, casi un 60% se producen en la propia casa de la persona. Actualmente, se calcula que solo 6 de cada 100 españoles saben cómo actuar ante esta situación.
Lo que hay que hacer ante una paro cardiorrespiratorio es aportarle a esa persona un soporte vital básico. Es decir, se trata de sustituir las funciones que ha perdido esa persona mediante unas medidas sencillas.
La idea es mantener el flujo de oxígeno y la circulación sanguínea hasta que lleguen los servicios sanitarios. Ellos se encargarán de estimular de nuevo el corazón para intentar revertir la situación.
- ¿Qué hay que hacer ante una paro cardiorrespiratorio?
Lo primero, para poder actuar, es saber reconocer esta situación. Si nos encontramos ante una persona inconsciente, hay que intentar estimularla para ver si recupera la consciencia. Es importante llamar y sacudir con intensidad a esa persona.
Además, hay que asegurarse de estar en un entorno seguro. Si, por ejemplo, está tendido en medio de la carretera, es esencial colocarlo lejos del peligro. Lo ideal es intentar contactar con un servicio de emergencias cuanto antes.
Sin embargo, si estás seguro de que se encuentra en paro cardíaco, no hay que perder tiempo. Se debe colocar a esa persona boca arriba, empujando sutilmente su cabeza hacia atrás. Así, se mantiene la vía aérea abierta, sujetando con una mano su frente y con otra el mentón.
Cuando se contacta con el servicio de emergencias, es importante explicarle todos los detalles de la situación. Asimismo, se deben seguir sus instrucciones. Si no estás solo, lo ideal es que otra persona busque el desfibrilador más cercano.
Suele haber desfibriladores semiautomáticos en numerosos sitios públicos. En cualquier caso, mientras que alguien lo consigue o llegan los servicios sanitarios, será necesario comenzar con la reanimación cardiopulmonar.
¿Cómo se realiza la reanimación?
La reanimación cardiopulmonar consiste en hacer compresiones en el tórax y en ventilar a la persona. Para hacer las compresiones hay que colocarse encima de él o ella. Con los brazos estirados, se colocan las manos en el centro del pecho.
Se realizan 30 compresiones rítmicas con fuerza. En ese momento, se inspira sobre la boca de la persona inconsciente y se insufla el aire con fuerza. El protocolo indica realizar dos ventilaciones y seguir con las compresiones.
Se trata de una maniobra sencilla, pero exhaustiva. Por eso, es importante que, si hay alguien cerca, los reanimadores se releven entre sí y repongan fuerzas. Lo cierto es que, aprendiendo a hacer bien estas maniobras, podemos salvar la vida de alguien.
Fuente: Mejor Con Salud