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La importancia de cuidar y estimular a los pacientes con Alzheimer en medio del aislamiento


CLG dialogó con Marisa Giaccio, médica clínica e integrante del comité científico de Alma Rosario, sobre estas situaciones

Durante un buen tiempo, el covid-19 puso en segundo plano a todas las demás enfermedades. Pacientes crónicos retrasaron controles y muchas personas evitaron consultas de rutina. Sin embargo, las demás patologías siguen estando y, en muchas situaciones, se ven agravadas por el aislamiento. Este último es el caso de las personas con Alzheimer. Por esto, CLG dialogó con Marisa Giaccio, médica clínica e integrante del comité científico de Alma (Asociación de Lucha contra el Mal de Alzheimer) Rosario, quien reveló la importancia de los cuidados y de mantener los vínculos a pesar del aislamiento.

«El aislamiento lleva aparejado un deterioro del desarrollo cognitivo. Socializar también es una forma de estimulación cognitiva. Es la forma más palpable y a mano que tiene el paciente, al verse cortado sus lazos sociales, el desarrollo cognitivo va a sufrir un retroceso», explicó en un principio. A lo que agregó: «También la suspensión de sus actividades habituales, paseos o concurrencias a talleres. Todo lo que hace a la cotidianidad de un adulto mayor – más si convive con demencia – y que son importantísimas para mantener su independencia y la estimulación cognitiva».

En esa misma línea, remarcó: «Las consecuencias son tremendas, por no hablar del impacto emocional que trae el aislamiento. Lleva a profundizar la soledad e incluso a cuadros depresivos importantes. En las personas con demencia se profundiza».

Por esto, destacó la importancia de mantener el contacto aunque no pueda ser presencial: «El aislamiento físico no tiene por qué ser sinónimo de aislamiento total. Tenemos que buscar otras formas, como las llamadas telefónicas. Hacer un organigrama familiar de que alguien llame un día y otra persona al día siguiente y así». «Ayudarlos también con la tecnología para que puedan recibir una video llamada o ayudarlos con los trámites y las compras», continuó.

A su vez, se refirió al rol fundamental de los cuidadores en un contexto como el de la pandemia. Si bien el Alzheimer no es de por sí una comorbilidad, el hecho de que se olviden ciertas cosas puede generar peligros que de otra manera no estaría presentes. «En una persona con demencia se hace un poco más dificultoso mantener los hábitos de prevención. Se pueden olvidar el lavado de las manos, se pueden equivocar en el uso correcto del barbijo, pueden establecer conductas de riesgo debido a la propia demencia. Entonces necesitan más de la supervisión del familiar o cuidador», explicó.

«El paciente con demencia tiene que tener un cuidador principal y otras personas que colaboren, una red», indicó. Y recomendó: «Hay que extremar al máximo las medidas y los protocolos de seguridad. La persona que va a estar en contacto con el adulto mayor debe tener todos los cuidados».

En ese sentido, explicó que también existe «la sobrecarga del cuidador, el síndrome del cuidador quemado, de quien está a cargo del paciente». Para esto, en Alma tienen grupos de apoyo para familiares y cuidadores. «Los grupos de apoyo funcionan los lunes cada 15 días y pueden hacerse otras consultas por Facebook, Instagram y la página web«, reveló.

Sobre el final, la doctora no quiso dejar de mencionar la importancia de mantener las consultas médicas en todos los pacientes. «Las personas mayores siguen siendo muy reticentes a la consulta presencial, ha disminuido el número de consultas para control de las patologías crónicas, de todas en general. Eso se está subsanando con el uso de las consultas por videollamadas, pero es algo que todavía cuesta instalar».

«Es fundamental mantener el contacto con el médico de cabecera o los especialistas porque es una medida básica de prevención y control. Los adultos mayores tienen síntomas muy diferentes a la población general, en ellos cualquier signos en el estado clínico o emocional pueden ser el único signo de una patología subyacente», señaló. Y ejemplificó: «A lo mejor una neumonía o infección urinaria no tenga los síntomas clásicos y la única manifestación sea un cuadro confusional agudo, que se pierda, tenga delirios, que se duerma». «Hay que subir mucho el estado de alerta», cerró.