Este sábado canallas y leprosos se vuelven a ver las caras en Arroyito. Los auriazules lideran con comodidad el historial
El clásico rosarino, el más pasional del fútbol argentino, vuelve a paralizar la ciudad este sábado. Y en la previa, el repaso de la historia reciente marca una clara supremacía de Central sobre Newell’s, aunque con episodios inolvidables para la Lepra en el Gigante de Arroyito, como aquel gol agónico de Maximiliano Rodríguez en 2016.
Desde el regreso de Central a primera división en 2013, se jugaron 24 clásicos oficiales en los últimos 12 años (22 por torneos de AFA y 2 por la Copa Santa Fe), con un saldo de 14 victorias canallas, 8 empates y 2 triunfos rojinegros. Una diferencia que consolidó la hegemonía auriazul en la última década.
Rachas y partidos memorables
Tras volver a cruzarse en 2013, Central hilvanó cuatro triunfos consecutivos. Sin embargo, la Lepra cortó esa sequía con un gol histórico de la Fiera Rodríguez, el 23 de octubre de 2016 en Arroyito, cuando en el minuto 93 le dio la victoria a Newell’s después de 12 partidos sin poder ganar.
En paralelo, la Copa Argentina también ofreció un capítulo inolvidable: en 2018, en cancha neutral de Arsenal, Central venció 2-1 a Newell’s y avanzó a semifinales, en un partido que quedó en la memoria de ambas hinchadas.
Ya en los últimos años, la tendencia volvió a inclinarse a favor de los canallas. Desde la pandemia hasta hoy, se jugaron nueve clásicos: Central ganó seis, hubo dos empates y apenas una victoria leprosa, en 2022 en el Gigante de Arroyito.
En la actualidad, el Canalla acumula cuatro triunfos consecutivos frente a su eterno rival, el último de ellos en el Apertura 2025, cuando se impuso 2 a 1 en el Coloso con goles de Gaspar Duarte y Jaminton Campaz.
El clásico no es un partido más: Rosario se paraliza, las calles se vacían y la pasión se desborda en las tribunas. La rivalidad entre Central y Newell’s, que excede lo futbolístico, vuelve a escribirse este sábado desde las 17.30 en el Gigante de Arroyito, en un encuentro que no solo define puntos, sino también orgullo, historia e identidad en la ciudad más futbolera del país.