El 1° de septiembre la vida de las Bahamas cambió por completo. El huracán Dorian llegó a las islas, permaneció durante 36 horas e hizo destrozos. Se cobró vidas, dejó desaparecidos, evacuados y heridos. Una verdadera tragedia. Gustavo González, es un bahameño de origen argentino, que pudo superar la tormenta sin problemas. Entonces, decidió ayudar a los demás.
El hombre, con raíces en San Lorenzo, posee un camión de trabajo que le posibilitó brindar asistencia luego de la catástrofe. En diálogo con CNN en español, contó: «Tengo un carro que es alto por lo que podemos pasar por lugares que otros no». Así comenzó su tarea. «Empezamos a recibir mensajes de gente que estaba atrapada», explicó.
Gustavo es gerente de Bahamas Adventure y recibió la colaboración de sus empleados a la hora de los distintos rescates. Uno de los que destacó, fue el de una casa en la que habían quedado atrapadas siete personas. «Tuvimos que sacarlos, no a flote porque hacían pie. Pero a una persona tuvimos que sacarla con un sillón», dijo.
Se trataba de una mujer de más de 80 años. «Mientras la rescataba pensé que era mi abuela. Por eso hicimos todo lo que pudimos», comentó, mostrando su nivel de compromiso con lo que está viviendo el país del caribe. «Esa pudo haber sido mi familia», aseguró.
Él es consciente de que todavía queda mucho trabajo por hacer, y concluyó: «Hay personas que han perdido absolutamente todo, entonces queda un largo camino por delante».