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La gastronomía, en alerta ante la segunda ola: «Tener bares abiertos es fundamental»


CLG dialogó con el presidente de la Asociación Hotelero Gastronómica de Rosario, Carlos Mellano, quien consideró "inviable" la posibilidad de cerrar bares y restaurantes por la suba de casos

Los casos positivos de coronavirus continúan en aumento en Rosario y el país y en los últimos días el gobierno nacional anunció distintas medidas que van desde teletrabajo para la administración pública hasta cierre de fronteras con algunos países. La llegada de la segunda ola de la pandemia a Argentina genera preocupación y la gastronomía es uno de los sectores que ese encuentra en alerta ante la posibilidad de restricciones más fuertes.

En ese sentido, CLG dialogó con el presidente de la Asociación Empresaria Hotelero Gastronómica y Afines de Rosario (Aehgar), Carlos Mellano, quien aseguró que un cierre de bares y restaurantes es «inviable» y analizó la situación actual del sector: «Hace mucho tiempo que venimos planteando la incertidumbre que existe. Lo planteamos en el verano cuando la situación estaba un poco mejor en lo sanitario».

«Estamos frente a una situación donde hay otras cepas y eso a nuestra actividad le preocupa muchísimo. Entendemos que más allá de lo sanitario tenemos que buscar el equilibrio entre mantener los negocios abiertos para poder evitar cuestiones que tienen que ver con la salud. La complejidad de todo lo que pasó al 2020 respecto a la acumulación de pasivos pone a la actividad en una situación casi inviable y tendríamos que sufrir más cierres», agregó.

Además, Mellano recordó el impacto que tuvo la pandemia y la cuarentena en el sector durante el año pasado: «El 2020 fue un año de acumulación de pasivos, por sobre todas las cosas el endeudamiento estuvo en el sector del Estado, con créditos y otros programas tuvimos alguna ayuda, pero la realidad es que también están los convenios de pago, la moratoria y demás. Ante una incertidumbre, va a ser muy difícil volver a pagar las deudas del pasado».

«Hay gente que cuando se reestableció la actividad no pudo solventar los gastos operativos mensuales, y por eso decidieron cerrar. También está la realidad del alquiler, cuando uno está cerrado es muy difícil poder pagarlo y el propietario también quiere su rentabilidad», añadió.

El referente local de la gastronomía aseguró que es «una situación hipercompleja». Y expresó: «No podemos olvidarnos de la economía estructural que tenemos en Argentina que es inflacionaria, de 3,8% mensual. La agenda del desarrollo a veces tiene que ser dejada de lado para poder absorber la situación primordial de la salud. El parámetro es el equilibrio, teniendo en cuenta la responsabilidad sanitaria, pero también el desarrollo lógico. Necesitamos tener los negocios abiertos, eso es fundamental».

Por último, analizó la situación actual de los bares y restaurantes y la comparó con la prepandemia: «Haciendo un análisis interanual, hoy estamos hablando de un 30% menos de ventas. Esto responde a las restricciones horarias. Los que tuvieron alternativas de poder funcionar con espacios al aire libre, en las veredas, estacionamientos y parques, tuvieron un beneficio. Se sigue aconsejando que pese a que haga frío la gente elija la opción del aire libre. Luego están los locales gastronómicos del centro que no tienen ese beneficio del aire libre y que dependían de la gran cantidad de empleados que trabajaban para empresas de la zona y que hoy están haciendo teletrabajo».