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La fundamental tarea de profesionales rosarinos que abordan el cáncer de forma integral


CLG dialogó con Fabiana Correa, coordinadora del área de Psicooncología de la UNR y del grupo Continuidad, quien habló sobre el abordaje interdisciplinario del cáncer en pandemia

Por Santiago Ceron

Continuidad y Valientes por la Vida son dos grupos dependientes del Observatorio de Salud Mental y Adicciones de la Universidad Nacional de Rosario que desde hace años se dedican al acompañamiento de pacientes con cáncer y sus familiares. Sin embargo, la virtualidad impuesta por la pandemia trajo nuevos desafíos para estos equipos, que debieron adaptar sus actividades e iniciativas. En este marco, CLG dialogó con Fabiana Correa, coordinadora del área de psicooncología del Osma y de Continuidad, quien contó cómo se lleva adelante el abordaje y el acompañamiento interdisciplinario del paciente oncológico en un contexto de pandemia.

«Desde Continuidad organizamos una serie de actividades que a partir de la pandemia se transformaron a la virtualidad. Tenemos grupos de talleres para pacientes, familiares, colaboradores y a veces asociados», explicó en primer lugar la especialista, sobre el grupo conformado por profesionales de distintas disciplinas.

Continuidad es un grupo dependiente del Osma de la UNR el cual está conformado por médicos oncólogos, psiquiatras, kinesiólogos, enfermeras, abogadas, acompañantes terapéuticos y nutricionistas, entre otros profesionales, el cual está destinado a acompañar de forma «integral» a pacientes de cáncer y familiares.

Sobre el fin de las acciones que lleva adelante el grupo, expresó: «Todo el trabajo que realizamos tiene como objetivo al paciente oncológico y los familiares, y por supuesto a veces se suma algún ayudante. Durante la pandemia pudimos relacionarnos no sólo con grupos de pacientes de Rosario, sino a nivel nacional e internacional. En otro momento era impensado que podamos comunicarnos con gente del sur, de La Rioja, de Uruguay, México o Chile. La red que hicimos tiene pacientes de distintas latitudes, y eso posibilita que participen distintos grupos no sólo de Rosario».

Correa indicó que los tradicionales talleres de Continuidad debieron adecuarse a la pandemia y pasar a la virtualidad: «Tenemos talleres anuales, como el de escritura y lectura, que a su vez tiene una audioteca donde allí se graban textos de diferentes autores y textos que escriben algunos pacientes. Es para pacientes que no pueden leer mientras se realizan una quimio o que no pueden dormir por ansiedad. Entonces esa audioteca viene a funcionar como si fuera una radio que pueden escuchar en cualquier momento el texto que les guste».

«También tenemos talleres como el de nutrición o el de redes sociales, el cual fue fundamental para poder acceder a la comunicación en este marco de pandemia y poder vernos en un Zoom. También está el taller de relajación, que antes era de natación. A la vez tenemos dos talleres más, uno de baile y otro de lenguaje de señas, que no son anuales». añadió.

En ese sentido, la coordinadora de Continuidad destacó la importancia que toman estos encuentros virtuales para los pacientes: «Durante la semana tenemos los talleres y todos los sábados hacemos los encuentros con los pacientes. Cada taller tiene un grupo de WhatsApp de entre 25 y 30 pacientes cada uno. En los grupos hay un acompañamiento constante, se saludan a la mañana y a la noche, y se mandan apoyo ante cada tratamiento».

Al ser consultada sobre la trascendencia que toma la posibilidad de que los pacientes oncológicos se comuniquen entre sí y compartan experiencias, señaló: «Es absolutamente importante para un paciente encontrarse con otro que también está padeciendo una enfermedad como es el cáncer, que tiene tanto impacto social. Hablan el mismo lenguaje, se pueden comentar libremente qué les sucede y a la vez acompañarse en determinados momentos».

«Van a pasar por una quimioterapia y le pueden preguntar a un compañero cómo es, porque muchos van a su primer encuentro sin saber siquiera qué les va a pasar. Muchas veces el paciente no pregunta o el profesional trata de que llegue a ese momento sin saber para no generarle ansiedad o angustia. También se acompañan en las consecuencias de esto, si les generó malestar o la pérdida del cabello. Es muy importante el acompañamiento entre pares porque se van ayudando a afrontar este momento de una manera más sana. Sabemos que el cáncer enrostra mucho al paciente socialmente, lo deja muy expuesto, entonces acompañarlo en todo eso es muy importante», añadió.

Además, destacó la creación del área de Psicooncología en la UNR y la participación de alumnos en el grupo: «Desde el año pasado por primera vez se abrió en la Facultad de Psicología el área de Psicooncología, dentro de las Prácticas Profesionales Supervisadas. Los estudiantes que eligen esa área colaboran con los talleres, entonces tenemos la suerte de contar con un grupo de alumnos que también participan en la contención y el acompañamiento de los pacientes oncológicos».

Por otra parte, Correa destacó el rol del Observatorio de Salud Mental y Adicciones: «El Osma, que depende del Centro de Estudios Interdisciplinarios de la UNR, es nuestra plataforma de despegue. Es allí donde se generan las actividades y desde donde podemos impulsar espacios y acciones. En este momento no sólo sostenemos los talleres desde el Osma, sino que a la vez también estamos proyectando la creación del Banco de Pelucas en Rosario. Es muy importante poder crear desde la UNR este banco porque va a llegar a mucha gente. Desde el Observatorio generamos conversatorios con invitados nacionales e internacionales».

Valientes por la Vida y el Banco de Pelucas (Foto: Archivo)

«El Osma nos permite generar espacios para la psicooncología, ya que la salud mental y el cáncer están absolutamente ligados. Durante mucho tiempo fue sólo la salud física. A partir de esto la UNR está totalmente asociada al concepto de interdisciplina. El trabajo integral es pensar a un paciente desde lo físico, lo psíquico, lo social y lo espiritual. Poder trabajar en función de los derechos del paciente a la salud es fundamental. El paciente oncológico no sólo sufre el cáncer a nivel del organismo, sino de una irrupción psíquica que es tremenda. La emotividad es un estallido muy fuerte, entonces se le da lugar», ahondó.