- Por José Odisio
Conseguir refuerzos no es fácil para Newell’s, eso está demostrado en cada mercado de pases. Por eso, la apuesta pasa una vez más por los jugadores del club, los que volvieron y los pibes.
Maxi Rodríguez encabeza la movida. Su regreso motiva, por jerarquía dentro de la cancha, y por experiencia afuera. Su aura futbolística es clave, esperanzadora. El otro nombre que seduce es Mauro Formica. Su llegada hace seis meses movilizó a los hinchas, que agradecieron su sentido de pertenencia. Pero no estaba en condiciones físicas, le costó aportar calidad. Ahora, con una pretemporada encima, nadie duda que puede ser un verdadero refuerzo, de esos que marcan la diferencia.
También están los pibes. Esos que con Bidoglio tendrán lugar, por necesidad o por capacidad. En esa lista aparecen Fydriszewski, Rivero, Callegari, Cacciabue y Nadalín. Y nadie debería sorprenderse si irrumpe en primera Requena, a quien el DT tiene ganas de darle un lugar.
Los refuerzos son necesarios, pero su llegada se dilata. Por eso en el Parque se mira hacia adentro, como sucede desde hace años. Una vez más hay que apelar a lo propio. Al fin y al cabo, siempre fue la mejor solución.