La empresa finlandesa UPM confirmó este martes una inversión de más de 3.000 millones de dólares para construir una polémica segunda planta de producción de pasta de celulosa en Uruguay.
La inversión contempla 2.700 millones de dólares para una planta industrial en el departamento de Durazno (centro) y 350 millones de dólares en instalaciones portuarias y logística.
La construcción comenzará en el segundo semestre de 2022.
El gobierno uruguayo del izquierdista Tabaré Vázquez y UPM negociaron un acuerdo -cuyos términos no fueron revelados- para este emprendimiento industrial que se instalará sobre uno de los principales ríos internos del país.
El proyecto ha generado críticas de ambientalistas, que temen por el futuro del curso de agua, y de la oposición política, que cuestiona las concesiones comerciales y laborales del Ejecutivo a la empresa.