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La Fe intacta: más de 300 mil devotos pasaron por el santuario del Gauchito Gil


A lo largo del fin de semana, y hasta la siesta de este lunes, habían pasado alrededor de 300 mil personas por el santuario del Gauchito Gil ubicado en la Ruta Nacional 123, a la altura de la ciudad correntina de Mercedes

Con 350 mil visitantes bajo una lluvia incesante, el Gauchito Gil es venerado en la ciudad correntina de Mercedes este lunes a 146 años de su muerte, en una jornada atípica que obligó a modificar algunas tradiciones.

A lo largo del fin de semana, y hasta la siesta de este lunes, habían pasado alrededor de 300 mil personas por el santuario del Gauchito Gil ubicado en la Ruta Nacional 123, a la altura de la ciudad correntina de Mercedes, y las autoridades estiman que en el cierre de la jornada llegarán otras 50 mil.

Mercedes es el sitio donde permanecen los restos del mítico personaje al que desde diversas geografías de la Argentina y la región llegan para pedirle y agradecerle favores, en esta ocasión bajo una incesante lluvia que se inició en la madrugada del domingo.

Así, multitudinarias concentraciones con cintas, ropas y banderas coloradas, bajo un diluvio que hasta la siesta de hoy arrojó 215 milímetros, conforman el paisaje en torno al principal santuario que el Gauchito Gil tiene en el país y donde la situación sanitaria y el tiempo obligaron a modificar tradiciones.

La misa que se realiza año a año en la parroquia Nuestra Señora de la Merced, dentro de la ciudad, se trasladó al cementerio “La Merced”, donde yacen los restos del gaucho autonomista, debido a obras de infraestructura en esta ocasión. No obstante, las precipitaciones obligaron a que la misa se traslade al Oratorio del cementerio local, donde la celebración religiosa inició alrededor de las 5 presidida por el sacerdote Ramón Espinoza.

Por otra parte, tampoco tuvo lugar la tradicional caravana de jinetes, ya que el Senasa prohibió la concentración de animales debido al brote de encefalomielitis equina, por lo que -una vez terminada la misa- la Cruz de las Catacumbas fue trasladada hacia el predio de la ruta N°123 en camioneta, custodiada por personal de la Gendarmería Nacional en medio de un gran operativo de tránsito y bajo una copiosa lluvia.

El ordenamiento del flujo vehicular y los resguardos de seguridad en torno a esta celebración reunieron a 450 efectivos policiales, que, sumados a agentes de diversas áreas como Salud, Defensa Civil y Gendarmería, totalizaron más de 500 personas encargadas de una logística que hasta esta tarde arrojó un resultado satisfactorio.

Fuentes de la Policía correntina confirmaronque no se registraron incidentes y que el tránsito circuló con fluidez gracias a una prohibición de estacionar en las banquinas aledañas al santuario, entre otras medidas.

El predio donde se realiza la celebración es actualmente un lugar modificado por obras de construcción que siguen ejecutándose, como efecto de una intervención oficial desencadenada por una disputa territorial con fines comerciales entre puesteros del santuario que terminó con un padre y su hijo muertos hace dos años.

Esta circunstancia hace que la entrada y la salida del santuario esté delimitada con vallas y, debido a las lluvias, con serios anegamientos.

No obstante, se repitió la multitudinaria escena de entrega de ofrendas como imágenes religiosas, patentes, cigarrillos, bebidas alcohólicas, velas rojas, cintas, efectos personales de los más diversos y banderas en honor al gaucho, que se presentan en el santuario para agradecer favores recibidos adjudicados a la intercesión de esta devoción pagana o bien, para pedir, desde cuestiones de salud hasta negocios de los fieles creyentes.

El resultado de esta avalancha de regalos que se hacen al gaucho concluye luego en un museo con el que el predio cuenta, donde numerosos objetos son exhibidos como testimonio del fanatismo que despierta este personaje de la mitología correntina y que terminó expandiéndose al mundo al borde de lo religioso, y en el borde del corazón de una tremenda fe popular.