Por Andrea Astiasuain
Como era moneda corriente en la década menemista, estas elecciones provinciales estarán marcadas por personalidades fuera de la política. Esto se da en diferentes listas tras el cimbronazo que causó las candidaturas del ex Midachi Miguel del Sel en los últimos dos actos eleccionarios.
En las elecciones pasadas, el ex periodista del noticiero de Santa Fe Emilio Jatón ganó las elecciones y fue electo concejal de la ciudad capital por el Frente Progresista Cívico y Social. En esta oportunidad, Jatón irá de candidato a intendente por la alianza oficialista.
El socialismo rosarino tomó nota de lo sucedido en Santa Fe y copió la estrategia en la ciudad. Hace tan solo unos días que anunciaron que la periodista de Canal 5 Susana Rueda será la primera candidata al Concejo de la ciudad.
También por el Frente Progresista, Esteban Fuertes, ex jugador y figura de Colón de Santa Fe, iba a competir en abril al Senado provincial por el departamento La Capital, aunque a último momento se bajó la candidatura del “Bichi”.
Pero el Frente Progresista no es el único que adopta esa medida. En el sector peronista, el cantante de la banda de cumbia Kaniche, Marcos Castelló, irrumpió hace unos años en la política y estará compitiendo en la ciudad capital.
Mientras, en las últimas horas se agigantó el rumor de que el sector de María Eugenia Bielsa sumaría en sus listas al senado al periodista deportivo rosarino Marcelo Lewandoski.
Otra celebridad que confirmó su candidatura fue Amalia Granata, que si bien vive en la provincia de Buenos Aires aspirará a la legislatura provincial por el frente Unite.
Además, en las filas del PRO apareció sorpresivamente el nombre del renombrado chef Marcelo Megna. El mediático cocinero encabeza una de las listas de precandidatos a concejal de Cambiemos.
Si se retrocede unos años, se pueden encontrar más personalidades que han saltado a la política provincial, como es el caso de Aldo Poy (hoy de nuevo precandidato a edil por el PDP), Alejandro Grandinetti, e incluso la candidata a vicegobernadora de Cambiemos, Anita Martínez.
El fenómeno de lo que muchos llaman “la farandulización de la política” no es nuevo, pero sí ha ido creciendo con el correr de los años, y supo instalarse en espacios donde antes no estaba bien visto.
¿Está mal el traspaso a la política? Se supone que no, pero es, por lo menos, cuestionable que estas decisiones se tomen al momento de revisar los números de las encuestas por parte de los dirigentes desconociendo la carrera militante.
El camino más fácil, el remedio duranbarbista que han elegido tomar los partidos políticos puede tornarse peligroso, la decepción de muchos puede costar caro.