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La expansión del sistema de salud, un legado positivo que deja la pandemia


Se construyeron 12 hospitales modulares de emergencia en el conurbano bonaerense, en Mar del Plata y en las provincias de Córdoba, Chaco y Santa Fe.

Hospitales modulares, multiplicación de camas y equipos de última generación, obras de infraestructura en todo el país, movilización y capacitación de miles de agentes de la salud, producción nacional de respiradores y kits de testeos, es parte del capital adquirido por el sistema sanitario nacional ante el desafío de hacer frente a la pandemia.

A partir del 20 de marzo el Gobierno nacional optó por realizar una cuarentena estricta, concentrada en la necesidad de «aplanar la curva» para evitar que el sistema de salud se viera desbordado y a la vez dar tiempo a fortalecerlo y expandirlo para responder mejor a la pandemia.

«La pandemia nos obligó a modificar sustancialmente todo lo que habíamos planificado para reforzar el sistema de salud, y el hecho de que el presidente (Alberto) Fernández decidiera volver a jerarquizar el área, devolviéndole el rango de ministerio que nunca debería haber perdido, facilitó los procesos administrativos para concretar las inversiones que se volvieron urgentes e imprescindibles», declaró a Télam el secretario de Calidad en Salud del Ministerio de Salud, Arnaldo Medina.

Medina subrayó que «en solo un año de gobierno, y atravesado por los efectos de la pandemia, duplicamos la inversión en infraestructura y equipamiento hospitalario».

Los números reflejan la magnitud del operativo sanitario coordinado y desarrollado en todas las jurisdicciones.

En mayo, en tiempo récord, se construyeron 12 hospitales modulares de emergencia en el conurbano bonaerense, en Mar del Plata y en las provincias de Córdoba, Chaco y Santa Fe.

Estas unidades, de unos 1.000 metros cuadrados, incorporaron 840 camas de terapia e internación, 276 respiradores y 24 ventiladores de transporte. También, cuentan con monitores multiparamétricos, ecógrafos portátiles, electrocardiógrafos y equipos de rayos X, entre otros.

Recientemente, se anunció la construcción de otros 18 centros modulares sanitarios, a construir en lugares de interés turístico de diez provincias para brindar asistencia durante la temporada de verano y en fronteras.

En lo que va del año, el sistema de salud sumó 3.971 camas, 4.136 respiradores y 200 ecógrafos portátiles, lo que representa un aumento en más del 47 por ciento de las camas de terapia intensiva y alrededor de 27 respiradores cada 100 mil habitantes.

También se construyeron unas 60 obras sanitarias en 15 provincias y se pasó de contar con un laboratorio de referencia (Anlis-Malbran) a crear una red con 173 laboratorios en todo el país para detectar el virus, lo que significó una inversión de 3.117.776.448 de pesos.

La pandemia movilizó a 11.115 agentes, voluntarios y trabajadores de la salud, que fueron capacitados y equipados para afrontar el desafío sanitario, y 1.200 profesionales se incorporaron como residentes, gracias al Examen Digital Único y Ubicuo que permitió rendir el examen de residencias de manera online.

El Programa Profesionales Itinerantes envió desde el 1 abril a varias provincias 750 profesionales itinerantes (enfermeros, kinesiólogos y expertos en emergencia) que se ofrecieron a colaborar para mitigar los efectos de la pandemia.

Se adjudicaron 12.500 millones de pesos en la asignación estímulo al personal de salud, que recibieron más de 600 mil profesionales.

Con la necesidad de buscar, testear y cuidar a las personas con Covid-19, distribuir más test de diagnóstico y fortalecer al sistema de salud con nuevos fondos y equipos profesionales se creó el Plan Detectar Federal.

En el balance, las autoridades también destacan que se invirtieron unos 140 millones en el sistema científico y universitario para generar soluciones contra Covid-19, para proyectos que incluyen la fabricación de máscaras, barbijos y equipos de protección personal; investigación en tratamientos y en métodos diagnósticos y la creación y puesta en marcha de un centro de rehabilitación respiratoria.

En un trabajo mancomunado con las provincias, se mejoró el sistema de salud en cuanto a organización, capacitación y entrenamiento de talento humano.

«El esfuerzo realizado para reforzar al sistema público de salud significó que el mismo no se viera superado por la demanda inhabitual. Y a aquellas jurisdicciones que tuvieron dificultades, pudimos apoyarlas con el envío de los profesionales itinerantes y con la asistencia a distancia mediante el dispositivo de telemedicina», señaló Arnaldo Medina.

«La pandemia también nos enseñó que debemos estimular la formación de profesionales en salud volcando desde el Estado incentivos para orientarla, de acuerdo a las necesidades que se observan en los establecimientos asistenciales», acotó el funcionario.

El secretario de Calidad en Salud reflexionó: «nos queda como experiencia que ajustar salud en salud siempre es un pésimo remedio, y en circunstancias extraordinarias como una pandemia, la desinversión queda al desnudo por su fuerte impacto sobre la salud de las personas».