Por Gustavo Sambucetti, director Institucional de la Cámara Argentina de Comercio Electrónico (CACE)
Fue hace aproximadamente 2 meses que una de las crisis sanitarias más grandes de la historia mundial irrumpió nuestra sociedad. El COVID-19 se propagó velozmente a escala global y nos desafió a tomar conciencia y cambiar nuestros hábitos. Uno de ellos llegó para quedarse: la digitalización de lo cotidiano.
Hoy, el 90% de los argentinos cumplen el aislamiento social obligatorio como medida preventiva, por lo cual, todo lo que hacíamos en forma física o presencial no tuvo más remedio que virtualizarse o digitalizarse. Desde la Cámara Argentina de Comercio Electrónico (CACE), creemos que la pandemia aceleró un proceso que ya venimos viendo en los últimos años. El eCommerce es una modalidad que viene creciendo sostenidamente hace años y durante 2019 se registró un crecimiento del 76% en términos de facturación, alcanzando $403.278 millones de pesos. Esta cifra surge del Estudio Anual de Comercio Electrónico en Argentina que realiza la Cace junto a Kantar TNS.
Entendemos que la compra online ya es una experiencia consolidada entre los argentinos y cada vez más los usuarios se animan a sumarse a este canal: en 2019 más de 828.000 usuarios compraron por primera vez a través de esta modalidad. Analizando la situación actual del eCommerce, es como si «hubieran transcurrido 3 años en 3 semanas» ya que tanto los usuarios como las empresas aceleraron sus procesos de adopción y desarrollo de los canales digitales respectivamente.
A nivel sectorial, la categoría supermercados es una de las que registra un mayor crecimiento en pleno epicentro del ciclo de aislamiento. Según un sondeo sobre las ventas online durante las primeras 3 semanas de cuarentena (20/3 al 8/4) vs. 3 semanas previas, la categoría registró un crecimiento del 300% y comprendiendo que este aumento se dio en un contexto donde disminuyó a circulación de personas, es claro que esta categoría seguirá acaparando un segmento mucho más amplio. Por su parte, el sector Farmacias alcanzó un aumento del 60% de sus ventas, siendo éste junto con supermercados los dos sectores más demandados de la cuarentena.
En esta situación, las ventas de las empresas omnicanales que venían operando online, sólo debieron afrontar el incremento exponencial en volumen de pedidos. Afortunadamente quedó demostrado que tanto la infraestructura como las plataformas de ecommerce, estaban preparadas. En el caso de los supermercados, por ejemplo, se les cuadruplicó la demanda y tuvieron su cuello de botella en el armado de pedidos y la logística, impactando en los tiempos de entrega.
Pero pudimos notar que muchas empresas, sobre todo PyMEs, no estaban preparadas para la venta online. Por este motivo nos comprometemos y velamos por las buenas prácticas en la industria. Es por ello que decidimos acompañar y ayudar el proceso, realizando capacitaciones online para empresas y emprendedores que quieren dar sus primeros pasos en comercio electrónico, a través de una serie de webinars gratuitos para aquellos que quieran comenzar a vender online.
En cuanto al futuro del sector, creemos que esta evolución acelerada tanto de compradores como de vendedores, dejará un volumen de transacciones mucho mayor al que había antes de la pandemia como nuevo piso. Hay gente que no se había animado a comprar online hasta ahora y lo hizo por primera vez, como también compradores habituales que se interesaron por nuevas categorías. Hoy en día nuestra prioridad es asegurarnos que nuestros socios cuenten con las capacidades necesarias para hacer frente a este crecimiento en la demanda y los usuarios puedan comprar y recibir sus productos de modo seguro. Por este motivo, además de las capacitaciones, desarrollamos también un protocolo de armado y entrega de productos para que implementen todas las empresas que quieran vender online.