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Según la OMS

La esperanza de vida es de 18,1 años menos en los países de bajos ingresos


La esperanza de vida al nacer en los países de bajos ingresos (62,7 años) es 18,1 años menor que en los países de altos ingresos (80,8 años), según un informe publicado hoy por la Organización Mundial de la Salud (OMS).

Las estadísticas sanitarias mundiales (World Health Statistics 2019) publicadas hoy realiza un desglose por primera vez por sexo que, sumado a la diferenciación por edad y grupo de ingresos, «es vital para comprender quién se está quedando atrás y por qué», expresó Tedros Adhanom Ghebreyesus, Director General de la OMS en un comunicado.

En líneas generales, el informe destaca que «entre 2000 y 2016, la esperanza de vida global al nacer aumentó en 5,5 años, de 66,5 a 72 años» en tanto «la esperanza de vida saludable al nacer (la cantidad de años que se puede esperar para vivir en plena salud) aumentó de 58.5 años en 2000 a 63.3 años en 2016».

Utilizando modelos de proyección, la OMS estableció que una niña que nazca este año vivirá en promedio 74,2 años mientras que un niño vivirá 69,8. «La esperanza de vida reducida de los hombres en comparación con la de las mujeres se debe a las mayores tasas de mortalidad por múltiples causas, especialmente las enfermedades cardiovasculares, lesiones viales, cáncer de pulmón, enfermedad pulmonar obstructiva crónica y accidente cerebrovascular«, concluye el documento.

En concreto, de las 40 causas principales de muerte, 33 causas contribuyen más a reducir la esperanza de vida en hombres que en mujeres: en 2016, la probabilidad de que una persona de 30 años muera a causa de una enfermedad no transmisible antes de los 70 años de edad es un 44 por ciento más alta en hombres que en mujeres.

Otras variables como las tasas globales de mortalidad por suicidio fueron 75 por ciento más altas en hombres que en mujeres en 2016; las tasas de mortalidad por lesiones en la carretera son más del doble en hombres que en mujeres a partir de los 15 años, y las tasas de mortalidad por homicidio son 4 veces más altas en hombres que en mujeres.

Sin embargo, el informe demuestra que «la brecha entre la esperanza de vida de hombres y mujeres es más estrecha donde las mujeres no tienen acceso a servicios de salud». Así, en los países de bajos ingresos, donde los servicios son más escasos, 1 de cada 41 mujeres muere por causa materna, en comparación con 1 de cada 3.300 en los países de altos ingresos; en tanto en más del 90 por ciento de los países de bajos ingresos, hay menos de 4 personal de enfermería y partería por cada 1.000 personas.

Más allá de la cuestión de género, el documento asegura que «la esperanza de vida sigue siendo fuertemente afectada por los ingresos»: «en los países de bajos ingresos, la esperanza de vida es 18.1 años menor que en los países de altos ingresos. Un niño de cada 14 nacidos en un país de bajos ingresos morirá antes de cumplir cinco años».

«Estas estadísticas ponen de relieve la necesidad de priorizar urgentemente la atención primaria de salud para manejar con eficacia las enfermedades no transmisibles y frenar los factores de riesgo», expresó por su parte Samira Asma, Directora General Adjunta de Datos, Análisis y Entrega de la OMS.

Y concluyó: «Por ejemplo, algo tan simple como controlar la presión arterial simplemente no está sucediendo en la escala necesaria y el consumo de tabaco sigue siendo una de las principales causas de muerte prematura».