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La erupción de un volcán en Canarias deja miles de evacuados y al menos cien casas destruidas 


El gobierno regional precisó que por el momento no hay previstas nuevas salidas, ya que las coladas de lava se dirigen ahora "hacia el mar"

Al menos 5.000 personas fueron evacuadas desde ayer de sus hogares en la isla española de La Palma, una de las Islas Canarias donde entró en erupción el volcán Cumbre Vieja, y cien casas quedaron destruidas, según se informó hoy oficialmente.

«Ahora mismo, tenemos a 5.000 personas evacuadas y unas cien casas destruidas», afirmó a la agencia AFP Lorena Hernández, concejala de Seguridad Ciudadana del municipio de Los Llanos de Aridane, en el segundo día de la erupción del volcán Cumbre Vieja, la primera que se registra en esta isla en 50 años.

El gobierno regional de Canarias precisó que no prevé por ahora nuevas salidas, ya que las coladas de lava se dirigen ahora «hacia el mar», según indicó a través de su cuenta de Twitter.

«Según el comité técnico, todo parece indicar que no va a haber nuevos puntos de erupción», explicó el presidente canario, Ángel Víctor Torres, quien reiteró que la «seguridad» de los habitantes estaba «garantizada».

Los ríos de lava arrasaron árboles, invadieron carreteras y lograron penetrar en algunas casas, tal como muestran varios videos publicados en las redes sociales.

Estas coladas ardientes, de más 1.000 grados centígrados, avanzan a una velocidad media de 700 metros por hora, según el Instituto Volcanológico de Canarias.

Sergio Rodríguez, el alcalde de El Paso, una de las cuatro poblaciones evacuadas preventivamente por las autoridades, indicó en declaraciones a la televisión pública, que «una veintena de casas al menos estaban totalmente destruidas» en su localidad.

«En su paso la lava no ha dejado absolutamente nada», describió Rodríguez, y subrayó que los vecinos «tienen mucha incertidumbre», por lo que «no volverán antes de mucho tiempo, seguramente».

Entre los testimonios de los vecinos, Angie Chaux, habitante de Los Llanos de Ariadne y que vive a pocos kilómetros del volcán explicó que en apenas tres minutos tuvo que dejar su vivienda a las 4:30 de la madrugada junto a su marido y su hijo de 3 años, consignó AFP.

«No estábamos en la casa cuando hubo la alerta» explicó la mujer de 27 años, «pero cuando vimos, quisimos volver y la carretera estaba cerrada. La policía nos dejó pasar y nos dijo ‘3 minutos'», relató.

«Estoy nerviosa porque no sabemos qué va a pasar, si vamos a encontrar la casa», contó y afirmó que la lava pasó a 700 metros de su vivienda.

En diálogo con Télam, Gabriel Suárez Jiménez, un argentino que vive en Canarias desde 1990, manifestó que es «una tristeza infinita» las pérdidas que ocasiona el paso de la lava volcánica.

La economía de la isla, explicó, se basa en el turismo rural y la exportación de plátanos, almendras y vinos.

En cuanto al turismo rural, señaló que se trata de «viviendas vacacionales situados en espacios rurales, antiguas casas de agricultores convertidas en albergues o alojamientos turísticos».

Se estima que la isla «cuenta con más de 300 viviendas de este tipo», muchas de las cuales «la lava engullirá».

Además, La Palma es la «principal isla exportadora de plátanos hacia la península ibérica y Europa».

En este sentido, Suárez expresó que «una casa es posible levantarla nuevamente, pero cultivos, árboles y otros aspectos de la naturaleza tardará años en recuperase».

La Palma, al igual que la mayoría de las Islas Canarias, siete en total, son volcánicas y «no son pocos los volcanes» en esta isla.

En esta zona se encuentra el Parque Natural de Cumbre Vieja, que «se destaca por sus cráteres», y que está próximo a Montaña Rajada, «el sitio exacto donde se registró la fisura con ocho bocas de este volcán que sigue expulsando lava», señaló el lugareño.

De unos 700 km2, La Palma -quinta en extensión del archipiélago Canario- posee «una belleza envidiable» y está «alfombrada con mil tonalidades de verde, una reserva de la biosfera».

Al ser una tierra volcánica, los canarios tienen una «relación muy íntima y profunda» con éstos y son personas «muy apegadas a la tierra», que tienen un conocimiento profundo de sus islas y de sus condiciones geográficas que «han sabido trabajar para poder resistir y sobrevivir», relató Suárez y concluyó que «llevan en la piel el tema del volcán, las consecuencias, la lava, las cenizas, forma parte de la idiosincrasia».

El volcán Cumbre Vieja, situado en el centro de la isla de La Palma, estaba bajo intensa vigilancia tras registrar un importante aumento de su actividad sísmica en los últimos días.

Finalmente, la erupción arrancó el domingo poco después de las 15 horas locales y el volcán tendría entre 17 y 20 millones de metros cúbicos de lava, de acuerdo al presidente canario, Ángel Víctor Torres.

En tanto, el presidente del gobierno español, Pedro Sánchez, aplazó el viaje a Nueva York que tenía previsto este domingo para asistir a la Asamblea General de la ONU y se desplazó hasta La Palma, donde se encuentra desde anoche siguiendo la evolución de las operaciones.

La actividad del Cumbre Vieja podría durar «varias semanas o pocos meses», debido a la presencia de una segunda reserva de magma situada a 20 o 30 kilómetros de profundidad, explicó el coordinador científico del Instituto Volcanológico de Canarias, Nemesio Pérez.

En tanto, la Unión Europea (UE) activó este lunes su sistema de satélites Copérnico para «hacer seguimiento de la situación», tuiteó Ursula von der Leyen, presidenta de la Comisión Europea.

«Estamos en contacto con las autoridades españolas para proveer apoyo adicional de ser necesario», afirmó.