La enfermera reconoció ante los fiscales que el reporte tenía falsedades. La Justicia intenta determinar si hubo algún tipo de negligencia en los controles y la asistencia médica
La enfermera que estaba en la casa de Diego Armando Maradona la mañana en que murió aseguró que lo escuchó moverse a las 7.30 dentro de la habitación, aunque nunca ingresó y lo dejó descansar, pese a que en un informe escrito la obligaron a dejar asentado que lo había intentado controlar, informaron hoy fuentes judiciales.
En tanto, el equipo de fiscales que investiga las circunstancias del fallecimiento del “10” pudo determinar que la primera ambulancia tardó 11 minutos en llegar al country San Andrés, en el complejo Villanueva, de Tigre.
En su segunda declaración testimonial, la enfermera Dahiana Gisela Madrid ratificó a grandes rasgos lo que había dicho el miércoles pasado cuando declaró ante los fiscales horas después de la muerte de Diego: que aquella mañana nunca había ingresado a la habitación de Maradona para “dejarlo dormir” y que recién lo hizo al mediodía ante la llegada de la psiquiatra y el psicólogo personal del exfutbolista.
En un comunicado emitido esta mañana, la Fiscalía General de San Isidro informó que en esta ampliación, la enfermera refirió “que promediando las 7.30 lo habría escuchado moverse dentro de la habitación”.
Lo que añadió la testigo en esta segunda declaración es que le hicieron escribir para la empresa “Medidom”, donde ella integra el staff de enfermeros que asisten a personas con internaciones o cuidados domiciliarios, un reporte en el que consta que esa mañana lo había intentado controlar a Maradona, cuando la realidad es que lo dejó descansar.
Ese informe de puño y letra y firmado por Madrid estaba por ser incorporado al expediente en las próximas horas.
Una fuente judicial de todos modos aclaró a Télam que “es lo que ella le escribió a la empresa, pero a la Justicia, las dos veces que declaró bajo juramento de decir verdad, siempre reconoció que ella esa mañana no había entrado nunca a la habitación”.
El reporte, al que tuvo acceso Télam, señala: “6.30 se toma la guardia, paciente descansa”; “7.30 se lo escucha deambular dentro de la habitación, diuresis en baño portátil”; “8.30 continúa descansando”; “9.20 se niega a tomarse controles de signos vitales”.
Luego reporta que a las 11.55, ante la llegada de la psiquiatra Susana Cosachov y el psicólogo Carlos Díaz, se ingresó a la habitación y que “tras varios intentos de llamado, paciente no responde”.
También dejó asentado la enfermera que a las 12.10 constató que “no tiene pulso” y que comenzó “a realizar RCP básico”.
La fiscalía también confirmó que ayer se recibió declaración testimonial al enfermero que cuidaba a Maradona durante la madrugada del día 25 de noviembre.
“A partir de sus dichos se pudo establecer que habría sido la última persona en verlo con vida aproximadamente a las 6.30 de la mañana, al momento de efectuarse el cambio de guardia. Allí refirió haberlo encontrado descansando en su cama, asegurando que estaba durmiendo y respirando normalmente”, agrega el comunicado sobre la declaración del enfermero de nombre Ricardo.
Este enfermero aportó en forma voluntaria su celular para que los fiscales pudieran extraer el chat de WhatsApp donde reportaban las novedades con la empresa.
La Fiscalía General de San Isidro también precisó que, según los registros de llamadas y los videos de cámaras de seguridad revisados en las últimas horas por el equipo de investigadores de la muerte del exastro futbolístico, la ambulancia tardó 11 minutos en llegar a la casa del country de Tigre.
El abogado Matías Morla, quien era el actual representante de Maradona, había denunciado ayer vía Twitter que “la ambulancia tardó más de media hora en llegar” en lo que para él fue una “criminal idiotez”, aunque los registros que tienen los fiscales acotan ese lapso de tiempo.
De acuerdo con el relevamiento, a las 12.17 se produjo el primer llamado a la empresa Swiss Medical, a las 12.23 se reclamó el servicio y a las 12.28 llegó a la puerta del barrio privado la ambulancia de la empresa “+ Vida”.
Quien hizo los dos llamados a la empresa de medicina prepaga fue Maximiliano Pomargo, asistente personal de Maradona y cuñado de Morla.
La Fiscalía General de San Isidro además reveló que “a las 12.16 horas se generó un llamado al servicio de emergencias 911 requiriendo una ambulancia, por parte de Leopoldo Luque (médico personal de Maradona) contándose con la grabación de audio pertinente”.
Una fuente judicial confió a Télam que allí Luque, quien no estaba en ese momento en la casa de Tigre pero llamó desde otro sitio sin decir que era para Maradona, ni que él era su médico personal, pidió una ambulancia para una “persona fallecida” de “aproximadamente 60 años” y dio con precisión la dirección y el número de lote del country.
El reporte del equipo de fiscales liderado por el fiscal general de San Isidro, John Broyad, e integrado por sus adjuntos, Patricio Ferrari y Cosme Iribarren, y la fiscal de Benavídez, Laura Capra, agregó que “se requirió a su vez la remisión de la historia clínica y demás constancias médicas vinculadas a la atención de Maradona”.
También informaron que “se requirió fecha para la realización de las pericias complementarias de la autopsia, las cuales, preliminarmente se realizarían la semana entrante” y que “se solicitaron los registros de las comunicaciones y las grabaciones respecto de los llamados de interés para la investigación”
“Se recibieron los registros de entrada y salida de visitas y empleados al Barrio San Andrés, como así también las constancias fílmicas respecto de las cámaras de seguridad ubicadas en el ingreso y egreso al barrio”, concluyó el comunicado.
La causa por el momento tiene el foco en intentar determinar si hubo algún tipo de negligencia en los controles y la asistencia médica del campeón del Mundial de México 86.