Guatemala y Belice sometieron a la Corte Internacional de Justicia (CIJ) la disputa en torno a la delimitación de su frontera terrestre, tal y como decidieron oportunamente ambos países en sendos referendos.
En 2008, los dos países alcanzaron un Acuerdo Especial por el cual decidieron encargar a la CIJ la resolución de la disputa territorial, siempre y cuando fuera ratificado por sus respectivos pueblos en referendos.
Guatemala celebró la consulta popular el 15 de abril de ese año, con un 95% de los votos a favor de remitir el caso a la CIJ. Belice lo hizo el 8 de mayo último con el mismo resultado -un 55% de aprobación-. Tras ellos, solo quedaba que las partes lo notificaran a la CIJ.
Guatemala envió el Acuerdo Especial y su protocolo de 2015 poco después del referendo, mientras que Belice los envió el 7 de junio. «Con estas dos notificaciones oficiales, la CIJ asume ahora la materia», informó el tribunal internacional en un comunicado reflejado por la agencia de noticias Europa Press.
Habitado originalmente por pueblos maya antes de la llegada de los europeos, Belice formó parte de la Capitanía General de Guatemala bajo el imperio español, pero el territorio fue ocupado por piratas ingleses y finalmente el Reino Unido se hizo con su control en una breve guerra.
Belice, que actualmente cuenta con 375.000 habitantes, se independizó en 1981. Guatemala lo reconoció como Estado independiente años después, en los 90, pero nunca aceptó sus fronteras porque reclama unos 11 mil kilómetros cuadrados, casi la mitad del territorio beliceño.