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Por Enrique Genovar

La dirigencia de Central mostró una apertura necesaria


Por Enrique Genovar

La asamblea incompleta de la semana pasada obligó al oficialismo a sentarse con la oposición. Más allá de todo, es un buen síntoma abrir las puertas del club.

Fue el propio presidente de Central quien llamó a representantes de distintas agrupaciones opositoras a una reunión. Es que el cuarto intermedio al que se llegó la semana pasada que fue provocado por la no aprobación del presupuesto obligó al oficialismo a sentarse con la oposición. Y más allá de que toda apertura siempre nace de manera obligada, está bien que esto ocurra en el presente que vive hoy el club.

Independientemente que la no aprobación de un presupuesto hace irregular la vida institucional de un club el hecho de abrir el diálogo con la oposición es sumamente positivo. Claro que después estará el desafío, una vez que pase el tema de la asamblea, de seguir manteniendo esta apertura. Y ahí está el mayor desafío que tendrá el oficialismo. Es que tener una relación aceitada con los otros actores políticos que piensan de manera diferente a la actual conducción jerarquiza la gestión.

Pero claro que también la oposición deberá mantener su lugar. Controlar, exigir, preguntar y aportar son acciones que están dentro de los parámetros normales de cualquier oposición. Lo que nunca se debe perder de vista es que el club tiene autoridades elegidas democráticamente y que sin dudas son los responsables de los destinos del club por los próximos tres años y moneda.

La apertura es buena. Pero no hay que olvidarse que la misma llegó por necesidad. Igual los principales desafíos pasan por una correcta convivencia entre quienes gobiernan y quienes piensan diferente.