Malem es de Villa Constitución y vive en Catadau, municipio de la Comunidad de Valencia, afectado por un temporal sin precedentes
La región española de Valencia está atravesando uno de los peores temporales de su historia. Inundaciones, producto de Depresión Aislada en Niveles Altos (Dana) en la provincia provocaron unos 95 muertos en medio de tensión, desesperación, tristeza, agobio y mucha, pero mucha, agua. CLG se comunicó con Malem, villense erradicada en España junto a su primo español Jóse, que vivieron en primera persona la devastadora tormenta.
Malem y Jóse viven en Catadau, un municipio de la Comunidad Valenciana, pertenenciente a la provincia de Valencia en la comarca de Ribera Alta. Las lluvias afectaron a toda la zona por lo que los 41.1 kilómetros de distancia entre Catadau y Valencia no son significativos para el desastre. “Realmente cayó mucha agua. A unos 100 kilómetros de nuestra zona, en Utiel cayó mucha agua y desbordó su cauce hacia el mar, por lo que el río Magro afectó a todas las localidades cercanas como Alcudia o Carlet. Eso trajo el agua hasta aquí”, dijo Jóse. En las calles de Alcudia se pudieron ver coches destrozados y un metro de agua en las casas.
Malem y Jóse pasan las horas sin luz, un problema que abarca al resto de los servicios por la importancia del tendido eléctrico en la distribución de gas y agua. Una ciudad a oscuras donde no se puede entrar ni salir por los caminos anegados y el caos de la región. Para contextualizar la situación, Jóse y Malem se comunicaron con CLG a unos 15 kilómetros de su casa, cerca de una tienda donde compraron los víveres necesarios para aguardar la vuelta a la normalidad. “No sabemos cuánto tiempo vamos a estar así”, contaron entre lamentos.
La desesperación del momento
Malem al momento del temporal se encontraba en su puesto de trabajo. Ella, operaria de una fábrica de lácteos, no podía ver cómo caía el agua debido a sus tareas. Sin embargo, se podía dar cuenta de la magnitud porque desde afuera no llegaba comunicación alguna. En la hora del almuerzo los celulares no funcionaron y la desesperación fue total. “Como estaba trabajando sentía que no estaba haciendo nada, a un familiar se le inundó la casa y yo no podía ir a sacar el agua. No podés hacer nada. En la fábrica se cortó la luz y se nos cayó un techo, entonces cortamos producción”, contó Malem, el auto con el que va a trabajar todos lo días estaba en la calle y también formaba una incógnita en la cabeza de la joven, mientras tanto salían disparados sin ningún sentido decenas de mensajes de WhatsApp y llamadas; del otro lado, ninguna respuesta.
Jóse se encontraba en Valencia, también en horas laborales. Él sí pudo recibir un WhatsApp alarmante de su madre. Ni dudó en emprender raudo retorno a su ciudad. Cuando llegó a las entradas oficiales por Llombay y Alfarb (dos pueblos cercanos) se encontraban cerradas. Como lugareño optó por el tercer camino, una carretera en la zona alta. Una vez que entró, no pudo salir.
Todos los pueblos afectados por el corte de energía sufren además la falta de información. Sin radios, televisión y baterías de celulares a cuenta gota, los mensajes llegan esporádicamente. Mientras tanto, los propios vecinos se organizan para “echarse una mano” entre ellos.
En las carreteras Valencianas el agua abunda, la calma se transforma en un bien preciado. Camiones y autos volcados hacen que el trabajo de las autoridades se ralentice, que cada 20 minutos envían una actualización del celular mediante “pops” de las compañías de telefonía. La incógnita del regreso a las actividades normales se estira, un indicio para los habitantes de la zona es la medida que tomó la fábrica de Ford, a 20 kilómetros de Catadau, que frenó producción por cuatro días.
Desborde
La zona estaba en alerta contaron Jóse y Malem. Catadau, las localidades aledañas y toda la región de Valencia suelen tener importantes precipitaciones en su otoño por Dana (o coloquialmente llamada Gota Fría), además el promedio de lluvias anuales es de 400 litros por metro cuadrado.
Con este parámetro, Jóse remarcó que en menos de 12 horas cayeron esos 400 litros por metro cuadrado. “Salía al agua por los desagües internos de las viviendas. Se inundaron dos veces, una a la mañana, cerca de las 8 y otras pasadas las 16”, relató Jóse en medio de la desesperación por no saber cuándo todo iba a volver a la normalidad.
El temporal estuvo enmarcado también en grandes ráfagas de viento que tumbaron el tendido eléctrico, hecho volcar camiones en las rutas y decenas de daños materiales que aún no se pueden calcular, pero superarían los millones de euros.
Muchas localidades españolas no sufrieron de primera mano las lluvias y vientos, pero se vieron afectadas por el desborde de los ríos y sus afluentes. La ciudad donde viven Malem y Jóse fue una de las víctimas de esta situación por las tormentas “100 kilómetros arriba”, comentaron.
Las inundaciones en Valencia dejan al menos 95 muertos
Las inundaciones en la provincia española de Valencia dejaron hasta el momento al menos 95 muertos y varias decenas de personas continúan desaparecidas, informaron autoridades locales.
El enorme caudal de agua se debió a una Depresión Aislada en Niveles Altos (Dana), que sorprendió a los habitantes de la zona por su violencia.
La Policía local informó de que varios fallecidos más todavía no fueron contabilizados oficialmente, además de haber muchas personas desaparecidas, por lo que la cifra de muertos a causa de la Dana podría superar los 100.
«La situación es dramática» en muchos municipios de la provincia de Valencia, indicaron fuentes policiales y añadieron: «Seguramente hasta dentro de un par de días no se va a saber la cifra exacta de muertos, pero podría haber más de un centenar».
Según medios locales, se está iniciando el proceso del levantamiento e identificación de los cuerpos, mientras que varias personas siguen a la espera de poder ser rescatadas con vida.
La DANA, que desde el martes afecta a comunidades autónomas como Valencia, Castilla-La Mancha, Andalucía o Madrid, está causando estragos de todo tipo.
Las autoridades locales informaron que amplias zonas de la provincia de Valencia amanecieron también con carreteras colapsadas, cortes del suministro eléctrico y telecomunicaciones, cierres en varias autopistas e inmensos daños materiales debido a la Dana.
Diferentes cuerpos de los servicios de Emergencias, junto con un dispositivo de unas 150 personas, se desplazaron hasta las áreas afectadas para realizar operaciones de rescate e intentar localizar a los desaparecidos, señalaron las autoridades.
La presidenta del Congreso de los Diputados de España, Francina Armengol, decidió suspender la sesión del control al Gobierno español hoy miércoles y guardar un minuto de silencio por las víctimas de la DANA, mostrando su apoyo a los servicios públicos que trabajan para paliar sus efectos.
España entró en la «fase más adversa» del episodio de lluvias intensas que comenzó el pasado lunes, el cual podría prolongarse hasta el fin de semana, según la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet). Hasta nueve regiones del país están en alerta roja por intensas lluvias, según la Aemet.