Se trata de un plan de acción con objetivos a corto, mediano y largo plazo para una zona donde, el 75 por ciento de las comunidades no accede a fuentes de agua segura para su consumo
Se trata de un plan de acción con objetivos a corto, mediano y largo plazo para una zona donde, el 75 por ciento de las comunidades no accede a fuentes de agua segura para su consumo
La Cruz Roja Argentina brindará más de 2 millones de litros de agua segura en dos meses a las comunidades de wichís y otros pueblos indígenas del norte de Salta a través de la instalación de un gran campamento humanitario del que participarán más de 400 personas durante 12 meses.
Se trata de un plan de acción con objetivos a corto, mediano y largo plazo para una zona donde, según un relevamiento realizado en el marco del plan Acción Humanitaria Salta 2020, el 75 por ciento de las comunidades no accede a fuentes de agua segura para su consumo.
«Este año Cruz Roja cumple 140 años de historia en Argentina y, a lo mejor, esta operación es la de mayor impacto humanitario por las posibilidades que va a tener de permitir frenar cuestiones asociadas al agua, deshidratación aguda y desnutrición profunda», dijo Diego Tipping, presidente de la organización en una conferencia de prensa.
El Plan de Acción «estará centrado en el agua con el objetivo, a plazo urgente, de instalar una planta potabilizadora para brindar más de 2 millones de litros de agua segura entre marzo y abril», agregó.
Con aportes de fondos propios, de la sociedad civil y de gobiernos extranjeros, la Cruz Roja Argentina ya logró cubrir el 50 por ciento del presupuesto global de 875 mil dólares que se necesita para atender a las 9600 personas más afectadas en los departamentos de Santa Victoria, General San Martín y Rivadavia.
«Le hemos pedido al Estado nacional que nos ayude a conseguir los fondos restantes», indicó Tipping.
En las últimas semanas equipos de Cruz Roja Argentina junto a la Federación Internacional de Sociedades de la Cruz Roja y la Media Luna Roja, Naciones Unidas y la Unión Europea realizaron un relevamiento en profundidad en 18 comunidades indígenas afectadas.
Así se accedió al dato de que más del 75 por ciento de las comunidades no accede a fuentes de agua segura para el consumo y que más del 60 por ciento de los recipientes donde almacenan el agua están contaminados.
Además, el 84 por ciento de los niños y niñas relevados sufrió períodos de diarrea prolongada por 48 horas en el último mes y, en términos de percepciones, las comunidades asocian esos cuadros «al calor y no al consumo de agua no segura».
Al respecto, Tipping destacó que se instalará un equipo procedente de España con capacidad para potabilizar agua hasta para 30 mil personas diarias cuya función será la de principal acceso de agua segura.
Además, se repartirán 1200 kits para las familias nómades con capacidad de potabilizar hasta 20 litros diarios y trabajarán en capacitaciones de «seguridad alimentaria para que las comunidades entiendan que muchas de las problemáticas de salud que tienen están asociadas directamente al consumo de agua no segura».
También, en el contexto de un plan integral, se distribuirán 4800 contenedores de 25 litros para agua segura y filtros comunitarios para los centros de salud y establecimientos educativos de los tres departamentos.
«Toda la operación en terreno se llevará a cabo a través de un campamento base que se montará para los más de 400 voluntarias y voluntarios de Cruz Roja Argentina que, durante más de 12 meses, estarán participando de esta gran operación humanitaria», remarcó.
Esto se suma a que el lunes último el gobierno nacional anunció la inversión de un millón de dólares para hacer siete pozos de agua en Santa Victoria Este, donde fallecieron al menos ocho niños wichís por desnutrición.
Según el ministro de Desarrollo Social, Daniel Arroyo, a partir de la atención «conjunta» que brindan la Nación y el gobierno provincial, «la situación está empezando a estabilizarse», aunque la realidad de la región sigue siendo «crítica».