CLG dialogó con Marcelo Cogno, secretario de Producción de la Municipalidad de Cañada de Gómez: "El panorama es bastante desolador"
Los distintos sectores de la industria se han visto muy afectados por la crisis económica que atraviesa al país. El caso del maderero no es la excepción y en los últimos tres años ha vivido una merma muy pronunciada dejando un «mercado deprimido».
En este contexto, CLG dialogó con Marcelo Cogno, secretario de Producción de la Municipalidad de Cañada de Gómez para conocer más sobre el impacto en las industrias de la región.
«El panorama es bastante desolador. Cuando hablás con los productores, la urgencia los está tapando y están viviendo el día a día», resumió Cogno para dar un panorama claro de lo que se está viviendo. Así, explicó: «Las ventas empezaron a caer sobre todo desde junio del año pasado».
La merma en la demanda registra «un 50% en unidades». «Si antes hacías 10, hoy hacés 5. Eso se ve en todas las fábricas. Estamos pasando un mal momento», detalló.
«Este retroceso lo empezamos a ver en 2016 con el tema de la apertura de las importaciones. Se empezó a sentir mucho la merma en la venta», analizó. Y agregó: «Se pudo sostener 2016 y 2017 más o menos hasta mitad de año. Si bien iba creciendo la importación todavía teníamos niveles de venta aceptables».
Actualmente, la crisis es total y las posibilidades de sostenerse en este contexto cada vez más difíciles. «Las empresas han hecho todos los ajustes habidos y por haber para no desprenderse de personal porque cuesta mucho tiempo tener personas capacitadas para manejar las distintas máquinas», aclaró. Sin embargo, señaló: «El sector ahora está imposibilitado de pagar aguinaldos y pagando sueldos como puede».
«Fábricas grandes pasaron de tener 14 camiones propios para distribuir a tener funcionando sólo 6. Esa es la realidad», ejemplificó. Asimismo, sostuvo: «Algunas fábricas cerraron, otras están ahí en terapia intensiva. Intentando pasar estos momentos, realmente se han ido agotando todos los recursos». «Aumentaron todos los insumos, pero lo único que no aumentó fue la venta y también el poder adquisitivo de la gente», añadió.
El secretario de Producción resaltó, también, el hecho de que se trata de un «producto que no es de primera necesidad» y eso produce un impacto aún mayor. «Hoy el vecino que cobra, paga el alquiler, los impuestos y va al súper. Si tenés una silla un poco rota no es momento de cambiarlo. No estamos hablando de cuestiones básicas», aseguró.
De cara a lo que se viene, aseveró: «Todo el mundo quiere seguir, pero nadie ve una luz alentadora. Nadie le ve una salida a esto. De seguir así, sin dudas tendrán que recortar con el tema del empleo». «Cuando tenés 10 empleados para hacer 10 muebles es una cosa, si tenés 10 para hacer 5, lo sostenés lo más posible. Llegará un momento en el que, desgraciadamente, se verán obligados a decisiones más drásticas», finalizó.