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La coalición de gobierno de Japón se encamina a ganar las elecciones


Más de 156 millones de japoneses fueron convocados a participar de los comicios marcados por el impacto del coronavirus. El primer ministro, Fumio Kishida, busca revalidar su cargo.

La coalición gubernamental de Japón estaba en camino a conservar el poder, aunque podría perder escaños en el Parlamento, según los primeros pronósticos de los medios de prensa tras las elecciones celebradas este domingo, consideradas una prueba de fuego para el primer ministro, Fumio Kishida, en su búsqueda para revalidar su cargo.

La emisora pública NHK proyectó que el gobernante Partido Liberal Democrático y su socio de coalición, Komeito, obtuvieran entre 239 y 288 de los 465 escaños en la Cámara Baja, la más poderosa de las dos que confirman el Parlamento japonés.

Hasta el momento, todo indica que sus escaños combinados superarán la mayoría de los 233, inferior a los 305 que lograron en los pasados comicios, lo que implicaría un revés para la gestión de Kishida que podría afectar su control del poder a largo plazo.

Más de 156 millones de japoneses fueron llamados a votar hoy en unos comicios marcados por la crisis del coronavirus y su impacto económico.

Estos comicios representan una gran prueba para el primer ministro, ya que determinarán si tiene un mandato lo suficientemente amplio como para abordar una economía golpeada por el coronavirus, una población que envejece y disminuye rápidamente y los desafíos de seguridad ante China y Corea del Norte.

Los temas clave en esta elección incluyen la economía, la respuesta al coronavirus y el historial de la coalición gobernante durante su gestión de nueve años.

Aunque Kishida estableció varios objetivos políticos, la mayoría fueron abstractos, ya que el primer ministro, en el poder desde hace menos de un mes, carece de logros tangibles en los que los votantes puedan basar sus decisiones.

Kishida se comprometió a aprobar un nuevo paquete de estímulo por valor de decenas de billones de yenes para contrarrestar el impacto de la crisis sanitaria en la tercera economía más grande del mundo.

Kishida, de 64 años, se convirtió en líder del partido el 4 de octubre, después de que el expremier Yoshihide Suga renunciara apenas un año después de asumir su cargo, debido al descontento público por su gestión de la crisis de la Covid-19.

Tras ganar la carrera por el liderazgo en su partido gobernante, Kishida disolvió la cámara baja solo 10 días después de asumir el cargo, convocó a estas elecciones y declaró que quería un mandato de los votantes para su nuevo gobierno antes de ponerse a trabajar.

El control a largo plazo de Kishida sobre el poder dependerá de su desempeño en las elecciones.

La elección también fue vista en parte como un referéndum sobre casi nueve años de gobierno liderado por el PLD.

Kishida se había comprometido a asegurar más camas de hospital para tratar a los pacientes con Covid-19 de cara a una posible sexta ola de infecciones y redactar un paquete de estímulo durante el año para ayudar a las personas y empresas afectadas por la pandemia.

Si bien el partido de Kishida enfatizó la importancia de tener un ejército más fuerte en medio de las preocupaciones sobre la creciente influencia de China y la amenaza nuclear y de misiles de Corea del Norte, los partidos de oposición se centraron en cuestiones de diversidad y presionaron por la igualdad de género.

Los centros de votación de todo el país, abiertos desde las 7 de la mañana, cerraron a las 20 horas e inmediatamente después comenzaron a contarse los votos.

Dos horas antes de cerrar las mesas, la participación electoral era del 31,64%, informó el medio local Japan Today.

Las elecciones son las primeras desde octubre de 2017 y se consideran cruciales en el calendario político del país debido al poder de la cámara para anular los vetos de la cámara alta.

También se requiere que las elecciones en la cámara baja se celebren una vez cada cuatro años, pero el primer ministro puede convocar elecciones anticipadas antes de ese calendario,