Se ampararán en la autonomía que tienen como jurisdicción para buscar sostener la presencialidad en las escuelas
Después de los anuncios del presidente Alberto Fernández, el gobierno porteño declarará mañana la educación como un servicio esencial para intentar evitar la suspensión de las clases presenciales. Se ampararán en la autonomía que tienen como jurisdicción, aunque aún no saben si les permitirá quedar eximidos del cumplimiento del cierre escolar.
“Establécese que el Ministerio de Salud de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y todos los organismos bajo su órbita; el Ministerio de Educación de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, los organismos bajo su órbita y los establecimientos educativos bajo su dependencia o por él supervisados; el Ministerio de Justicia y Seguridad y todas sus dependencias; la Policía de la Ciudad; el Ministerio de Desarrollo Humano y Hábitat y todos los organismos bajo su órbita; y la Secretaría de Medios y las reparticiones que dependen de la misma, son áreas de máxima esencialidad e imprescindibles durante la vigencia de la pandemia COVID-19 (Coronavirus)”, dice el decreto que mañana oficializará la Ciudad.
A las 12, el jefe de gobierno Horacio Rodríguez Larreta y parte de su gabinete darán una conferencia de prensa para expresar la voluntad de sostener las clases presenciales. De hecho, según supo Infobae, los funcionarios porteños se enteraron del cierre escolar en el mismo momento que el Presidente lo anunció.
Pocas horas antes, en una sesión del Consejo Federal, el propio ministro de Educación de la Nación les había pedido a los ministros provinciales que sostuvieran las escuelas abiertas pese al avance de la segunda ola de coronavirus. El anuncio presidencial llamó la atención de propios y ajenos.
El gobierno porteño se amparará en la autonomía de la que disponen: las escuelas están en la órbita de las jurisdicciones. En estas horas, trabajan en los detalles técnicos y legales para definir si están en condiciones de ir en contra de las medidas oficiales.
El otro punto en el que se respaldarán es en la baja incidencia de contagios que registraron en los dos primeros de clases. En comparación con el primer mes, en el que solo se había contagiado el 0,17% de los docentes y alumnos, entre el 17 de marzo y el 12 de abril se infectó el 0,71% de la comunidad educativa, en línea con la curva ascendente en la Ciudad. No obstante, de los casos que se aislaron preventivamente por contacto estrecho dentro de una misma burbuja, dio positivo luego solo el 0,012%.
Según los datos oficiales, en el segundo mes, los casos acumulados de covid-19 positivos fueron 5.006, lo cual representa el 0,71% del total de los 700.518 docentes, alumnos y auxiliares que asisten a las escuelas. Por los casos sospechosos y positivos, debieron aislar preventivamente a 945 burbujas, un 2,1% de los 45.056 grupos totales. En el primer mes se habían apartado tan solo 494 burbujas.
El anuncio de Alberto Fernández llega en medio de una presión creciente de los gremios. De hecho, en la Ciudad el miércoles dos sindicatos -Ute y Ademys- hicieron un paro docente pidiendo que se suspendan en forma provisoria las clases.
A diferencia de CABA, el gobernador Axel Kicillof ya anticipó a través de las redes sociales que acatará todas las restricciones que hoy dispuso el Presidente: “Estamos transitando un momento muy delicado de la pandemia. La Provincia de Buenos Aires adhiere y acompaña las medidas adoptadas por nuestro Presidente. La prioridad es cuidar y proteger a los y las bonaerenses”, tuiteó.