“El retraso en el debate tiene que ver con las enormes marchas en todo el país”, aseguraron en un comunicado
Desde la CGT Rosario realizaron una evaluación positiva luego de la movilización realizada el jueves y que tuvo como punto de concentración la plaza 25 de Mayo.
“Vivimos una jornada histórica, ya que expresamos en la calle nuestro rechazo a la reforma laboral con una concentración masiva. Seguiremos luchando para evitar este mal mayor a toda la sociedad”, lanzó la central obrera local en un comunicado.
“La reforma laboral que impulsa el gobierno pretende responsabilizar a las y los trabajadores de las consecuencias de una economía que no funciona. Los miles de empresas cerradas, las líneas industriales paradas, los miles de puestos de trabajo del sector privado destruidos, la caída estrepitosa del consumo y el nivel salarial más bajo desde el estallido social del 2001, donde el 72% de las y los trabajadores cobra menos de 1 millón de pesos, son un costo que nos quieren hacer pagar a nosotros. Es un muy alto precio, a pagar con derechos laborales, tanto individuales, como colectivos”, apuntó el comunicado de la central obrera local.
Asimismo, se prosigue con el análisis sobre el contenido de la propuesta de la reforma laboral que fogonea el gobierno nacional y que tuvieron que freezar hasta febrero próximo debido al alto grado de movilización de la CGT nacional en Buenos Aires y las distintas marchas en distintas provincias y ciudades. Para los sindicalistas locales dicha reforma viene a “pisotear los convenios colectivos, quitando beneficios históricos, destruye aún más el salario. Recortar la base de cálculo de las indemnizaciones va a generar despidos baratos que se van a financiar con plata de los jubilados y los que menos tienen, y van a inundar las calles de desocupados. Los bancos de horas, que además de hacer desaparecer las horas extras van a amenazar la vida personal de los trabajadores, con jornadas más largas y horas que se van a recuperar, no cuando las necesitemos, consagran un modelo donde la patronal se apodera de todo el tiempo de la persona del trabajador. Como una máquina que se pudiera prender y apagar, donde todo tiempo dedicado a la familia o al descanso fuera una estafa”.
En dicho contexto, la CGT local deja un claro mensaje: “No nos creemos el engaño de la modernización y el maquillaje de marketing político. La reforma viene a cumplir un viejo sueño de algunos grupos: transferir ferozmente los recursos del sector del trabajo al capital, recursos que van a ir derecho a la especulación financiera”, apuntó el texto gremial.
Derechos colectivos
«Hablando de derechos colectivos, que son el piso de los individuales, la reforma consagra la fragmentación de las y los trabajadores, quitando incidencia a los gremios para discutir condiciones laborales y salario. Sin derecho a huelga y pidiendo permiso para hacer asamblea es impensable una defensa y menos con Sindicatos a la carta armados para desunir a los trabajadores, en nombre de una libertad que nunca les interesó”, planteó la CGT local.
Y en ese orden se propone: “Desde el lugar de representación de todos los trabajadores, los que tienen trabajo y los que no, de los que tienen convenio o están en negro, los convocamos a la toma de conciencia y a un protagonismo de lucha sin el cual no vamos a poder enfrentar esta amenaza tan cruel. Les decimos: acérquense a sus organizaciones gremiales y seamos parte de un cambio de rumbo”.
“Unidos y movilizados, vamos a seguir llevando este debate adelante, en las calles y en los ámbitos donde los legisladores y empresarios, sin tienen como nosotros interés de construir una patria distinta, que realmente nos cobije a todos, nos van a encontrar”, completó el comunicado.
Por su parte, para Martín Lucero, secretario Adjunto de la CGT Rosario, el retraso en el tratamiento de la reforma laboral tuvo que ver con “los actos que se realizaron a lo largo y a lo ancho de la República Argentina y que tuvieron repercusiones enormes como la que hubo en Rosario con un acto único, después de 20 años de la CGT”.
«Evidentemente la clase política ya empieza tomar nota de que no vale todo, que la gente no firma cheques en blanco, de que los trabajadores no están dispuestas perder sus derechos”, añadió Lucero.
Por último, el dirigente gremial de Sadop (docentes privados) consideró que “hay que discutir sobre parámetros razonables y válidos y no imponer de manera uniletareal”. “Hay disposiciones que son producto de mentes trasnochadas que buscan destruir las relaciones de trabajo tal cual la conocemos para no construir nada, o sea que no vamos a tener más empleo sino que vamos a terminar de destruir los pocos trabajos que nos quedan”, completó.