La CGT planteó este jueves la necesidad de «tener otro gobierno, con otra mirada» tras las elecciones de este año y confirmó que el 4 de abril adherirá a la marcha por el centro porteño de gremios industriales y organizaciones sociales en rechazo a la situación económica que atraviesa el país.
En la primera reunión del año del Consejo Directivo de la CGT, los popes sindicales analizaron con preocupación la crisis que atraviesa Argentina, aunque por ahora aplazaron la chance de convocar al quinto paro general en la era Mauricio Macri.
De esta forma marcaron distancia con el reclamo de sectores de la central que se alejaron de la conducción, como los Moyano y la Corriente Federal de Sergio Palazzo, y las dos CTA, que vienen exigiendo una nueva huelga.
Tras la reunión realizada en la sede de la calle Azopardo, Héctor Daer, miembro del binomio que conduce la CGT junto a Carlos Acuña, aprovechó para responder la frase que pronunció horas antes el presidente Macri acerca de que estaba «caliente» ante lo que consideró «las mentiras» que dice la oposición.
«Las cifras del aumento del desempleo marca a las claras que este modelo económico no es para calentarse, sino para cambiarlo», planteó el referente del gremio de Sanidad al aludir a los datos que se conocieron horas antes acerca de que el desempleo a fines del año pasado subió un 9,1 por ciento comparado al año anterior.
Luego, Daer apuntó más duro contra el oficialismo y planteó la necesidad de que en las elecciones de este año triunfe una propuesta que implique «otro gobierno, con otra mirada».
«La necesidad política que tiene este país de encontrar un nuevo rumbo político y económico hace que el objetivo principal del movimiento obrero esté fijado en octubre. Porque esto lo cambia la decisión soberana del pueblo argentino de tener otro gobierno, con otra mirada», sostuvo el representante del sector de los «gordos» de la CGT en conferencia de prensa.
La movilización del jueves 4 de abril, organizada por los principales gremios industriales como los metalúrgicos de la UOM y los mecánicos del SMATA, comenzará a las 14:00 en Plaza Miserere y recorrerá la avenida Rivadavia para pasar por las puertas del Congreso Nacional y culminar en la Avenida 9 de Julio.
La CGT definió un apoyo a la movilización pero todo indica que no se involucrará de pleno ya que desconfía de otras organizaciones que participarán de la marcha, las cuales mantienen una postura más «radicalizada» a los ojos de los dirigentes cegetistas.
Sucede que aún está fresco el recuerdo de los incidentes tras la marcha de abril de 2017 en la que militantes de agrupaciones de izquierda insultaron a los referentes de la central obrera y rompieron el atril de la CGT.
Además, hay dirigentes de la CGT que no desean romper todos los puentes con el Gobierno ya que existe una agenda para retomar negociaciones por los fondos de las obras sociales sindicales y también el blanqueo laboral que todavía no fue presentado en el Congreso, pero pronto ingresará el proyecto que promueve la registración de un millón de trabajadores.