La crisis económica que generó el coronavirus implicaría la pérdida de 8,5 millones de empleos en América Latina y el Caribe
La Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) pronosticó para esta región que 2,7 millones de empresas podrían cerrar -la mayoría microempresas- lo que implicaría la pérdida de 8,5 millones de empleos.
La secretaria ejecutiva de Cepal, Alicia Bárcena, fue quien dio el alamarte pronóstico en el marco del lanzamiento de un nuevo informe especial por el covid-19. Desde Chile, Bárcena recordó que más de un tercio del empleo formal y un cuarto del PBI de la región se generan en sectores que están siendo fuertemente golpeados por la crisis económica derivada del coronavirus.
Según indicó, los sectores más afectados son el comercio mayorista y minorista; las actividades comunitarias sociales y personales; hoteles y restaurantes; actividades inmobiliarias, empresariales y de alquiler, y las manufacturas. Además, el documento señala que la gran mayoría de las empresas de la región han tenido importantes caídas de sus ingresos, problemas para mantener sus actividades, para cumplir con sus obligaciones salariales y financieras, y para acceder a financiamiento para capital de trabajo.
De acuerdo con la información recopilada hasta la primera semana de junio de 2020, el impacto será mucho mayor en el caso de las microempresas y las pymes. Bárcena advirtió el grave riesgo de una «reprimarización» de las economías de la región por cuanto la crisis ha golpeado con mayor intensidad a los sectores industriales.
En el comercio y hoteles y restaurantes, que cuentan con gran cantidad de microempresas y pequeñas empresas, se constata que el comercio perderá 1,4 millones de empresas y 4 millones de puestos de trabajo formales, mientras que el turismo perderá por lo menos 290.000 empresas y un millón de puestos de trabajo.
La Cepal propone un conjunto de cuatro medidas para evitar la destrucción de capacidades productivas: 1) Ampliar los plazos y los alcances de las líneas de intervención en materia de liquidez y financiamiento para las empresas; 2) Cofinanciar la nómina salarial de las empresas durante seis meses para evitar la destrucción de capacidades; 3) Realizar transferencias directas a los trabajadores autónomos y 4) Apoyar a las grandes empresas de sectores estratégicos que estén gravemente afectadas.
En especial, la Cepal promueve la postergación o cancelación de los pagos de impuestos, imposiciones previsionales y contribuciones territoriales, o adelanto de las devoluciones de impuestos por lo menos hasta finales del 2020, así como la suspensión del pago de los servicios básicos (luz, internet y gas) sin pago de multas, hasta finales de 2020. Asimismo, propone la flexibilización de las condiciones de crédito aumentando los períodos de gracia a por lo menos un año y los plazos a cinco años o más, junto con reforzar las operaciones de crédito mediante la banca de desarrollo.